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Desde hace 32 años, don Raúl Venegas, un taxista con mucha experiencia, recorre las calles con una misión clara: llevar a los josefinos a su destino y sacar adelante a su familia.
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Él es vecino de Calle Fallas, en Desamparados, y su historia es la de miles de costarricenses que, con esfuerzo y determinación, no bajan los brazos a pesar de las dificultades.
“Es muy fuerte, tengo tres hijos que dependen de mí”, nos contó el desamparadeño.
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Su jornada empieza desde la mañana y se extiende hasta la 1 de la madrugada. Son más de 12 horas al volante, todos los días, con la misión de sacar adelante a sus pequeños.
Debido a la variedad de plataformas de transporte que hay actualmente, se ha visto afectado con su rutina, por lo que ha tenido que extender su jornada laboral por más horas en comparación con años atrás.
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“Ahora hay que trabajar un poquito más, el doble, como trabajo solo, entonces hay que trabajar más fuerte para poder hacer lo que hacía uno antes”, explicó.
Algunos taxistas optan por alquilar el vehículo o tienen varios a su nombre, pero en su caso, se las ingenia solo para salir adelante.
Su taxi, que es su herramienta de trabajo, anda bien chaneadito y lo que más lo identifica es su sonrisa, pues hace su trabajo con mucho amor.
Así que ya sabe, si anda en la capital y necesita un medio de transporte, busque a don Raúl, él lo llevará con mucho gusto y le ofrecerá un excelente servicio.
