El cantante católico peruano Luis Enrique Ascoy Palomino está en Costa Rica para cantarle a Dios, a la familia y al amor al prójimo.
Él cantó este sábado en la cárcel de mujeres del Buen Pastor y este domingo lo hará en San Carlos, en el Colegio Diocesano a partir de las tres de la tarde.
Ascoy visitó este viernes las oficinas de La Teja y entre Jesucristo y un simulacro de terremoto, que nos hizo suspender la entrevista durante 15 minutos, nos confirmó que por estos días le urge cantarle a la defensa de la vida, de la familia, del matrimonio entre hombres y mujeres, y a la defensa de la fe.
“Quien habla de Jesucristo en estos tiempos es alternativo, es subterráneo, no es parte de los mediático, claro, quien habla a favor, porque para los que hablan contra Jesucristo les dan todo el espacio que pidan, por eso son tiempos de hablar una y mil veces de nuestro Dios”, afirmó Ascoy, quien nació en 1965 y le canta a Dios desde principios de los ochenta, cuando formó su primera banda y que se llamó Getsemaní.
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Jamás olvidará que cuando yo inició no los programaban las emisoras no católicas y católicas. Por lo que todo comenzó cuesta arriba, porque a nadie les interesaba que se hiciera música para Dios, recordó.
Ascoy es abogado de profesión, por lo que en 1996 tenía un bufete que fundó con su esposa (Lida Hoyos), pero el llamado de Dios los hizo abandonar la profesión para abrírselas de par en par al Espíritu Santo que le quemaba el corazón para que llevara el mensaje de Dios en forma de canción por todo Perú, primero, y toda América Latina, después.
“Lo mío no es un carrera artística, esto no es para ser famoso o ganar premios, no es para andar dando autógrafos cada dos pasos, esto es un llamado del Señor, es un llamado pastoral para servir de la forma que lo necesite la Iglesia, sea en forma de canción, de libros, charlas, retiros de mi comunidad o limpiando la iglesia del barrio”, explicó.
Con orgullo dice que su música le ha permitido recorrer todo Perú, ya que es una de sus prioridades. “El papa Francisco habla de ir a la periferia, pero no una periferia internacional, sino a la periferia de tu país, por eso he viajado por todo Perú llevando mi mensaje”, nos contaba Ascoy cuando a las 10:05 minutos de la mañana comenzó a sonar la alerta de temblor en La Teja, por lo cual tuvimos que suspender la entrevista y seguir las instrucciones de lo que fue un simulacro sin previa advertencia, con el objetivo de afinar una salida ordenada y sin estrés por las únicas puertas que se mantendrán abiertas durante una emergencia real.
A las 10:40 pudimos volver a conversar y fue justo en ese momento que nos advirtió que pese a que él ha cantado contra dictaduras peruanas o grupos armados como Sendero Luminoso, la época más peligrosa para cantarle a Dios es esta.
“En estos tiempos han disminuido el valor de la familia, del matrimonio y nos quieren meter la ideología de género como una verdad científica, lo cual es falso. En estos tiempos de redes sociales en que cualquiera te insulta y cualquiera moviliza gente en contra de lo que no cree, realmente sí es peligroso cantarle a Dios, porque como dije, los que le cantamos a Dios somos invisibilizados. Hoy más que nunca hay que cantar por la familia”, explicó.
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Antes de despedirse de La Teja, nos recordó que si bien Dios está presente en la Eucaristía, también lo está en el familiar con necesidades, en el vecino enfermo, en aquel amigo que tiene problemas, por lo cual nos invitó a pensar más en el otro y dejar los problemas nuestros en manos de Jesucristo.
“Nunca he anhelado ser una megaestrella, porque el Espíritu Santo no trabaja con superestrellas, sino con ejércitos de servidores fieles y llenos de amor”, dijo.
Por último nos recomendó hacernos una pregunta cada noche: ¿qué estamos haciendo como iglesia por el prójimo?