Nacional

Hijo del primer accidentado en La Platina después de la reinauguración: “Papi, ¿cuándo vamos a volver a jugar?”

Sobreviviente a trágica caída de 35 metros está en cama, pero confía en volver a caminar y llevar una vida normal

EscucharEscuchar

José Argüello fue la primera persona en accidentarse en el puente de “La Platina” (bautizado como Alfredo González Flores), luego de que este fue reinaugurado el 24 de mayo del 2017.

El muchacho de 28 años sufrió el terrible percance la noche del 21 de junio, cuando pretendía pasar con su carro, un Hyundai Accent modelo 1993, por la estructura, pero por razones que se desconocen perdió el control y se fue directo al precipicio. Iba en el sentido San José - Alajuela.

El auto cayó 35 metros y quedó completamente destruido, era imposible pensar que alguien sobreviviera, pero José lo hizo. Estuvo internado dos meses y medio en el hospital del Trauma en La Uruca, recibiendo atención médica.

Producto del trágico hecho sufrió lesiones en su cabeza, pulmones y diafragma, pero las más severas fueron las rupturas de las vertebras C4 y C5, vitales para el movimiento de todo el cuerpo.

Por eso los médicos le dijeron que nunca más iba a estar de pie y que del cuello para abajo iba a quedar inmóvil. Pero contra todos los pronósticos su mano y antebrazo derecho funcionan, eso lo hace confiar en recuperar la movilidad en el resto del cuerpo.

José vive en un apartamento que alquila en el centro de Heredia, ahí lo acompañan su esposa, Isamar Molina de 25 años, quien tuvo que dejar de trabajar para hacerse cargo de él, además de su hijo Josué Argüello, de 9 añitos.

Argüello conversó con La Teja y dijo que su vida cambió de la noche a la mañana ya que pasó de laborar como bodeguero para una empresa de fotocopiado a estar postrado en una cama.

Cuenta que lo más doloroso ha sido no poder jugar con su hijo Josué como lo hacía antes del fatal suceso.

“Él (su hijo) me pregunta: ‘papi ¿cuándo vamos a volver a jugar?’. Eso a mí me duele porque en este momento no puedo, pero sé que voy a volver a caminar”, comentó con esperanza.

“Con la ayuda de Dios me voy a recuperar, a veces me frustro porque es difícil estar así y ver a otras personas que han cambiado su vida por mí, pero estoy seguro que va a suceder un milagro conmigo”, comentó.

Entre las cosas que quiere hacer cuando se recupere, están estudiar inglés y volver a trabajar, pero lo que más anhela es tener más tiempo de calidad con su esposa e hijo.

“Ellos dos han sido incondicionales conmigo y quiero pagarles recuperándome, quiero volver a jugar con mi hijo. Él sabe todo lo que está pasando, sabe que es difícil, pero también sabe que me puedo recuperar y él confía en que eso va a pasar”, aseguró.

A pesar de su condición, José está al tanto de su pequeño, ya que cada vez que va a la escuela siempre le recuerda todo lo que tiene que llevar.

“En las mañanas le digo que aliste las cosas y cuando regresa le ayudo con las tareas. Gracias a Dios le va muy bien la escuela, es un niño bastante aplicado”, añadió.

Su estado no le impide ser positivo, se ríe y de vez en cuando cuenta chistes, trata de pensar que lleva una vida normal aunque no sea así.

“Ahora hacen todo por mí, me bañan, me dan de comer, me mueven de un lugar a otro, no solo mi vida ha cambiado, también la de las personas que están a mi lado que me ayudan”, continuó.

Esforzado y valiente

El día de José empieza a las 5 de la mañana, no se despierta a esa hora porque quiere, sino porque varias úlceras en sus piernas y espalda requieren de atención.

“En esas partes tengo unas heridas abiertas que necesitan ser curadas, a las seis de la mañana me bañan, a las siete despido a mi hijo, a las diez me llevan a la sala, ahí me quedo compartiendo con gente que llega a visitarme o me quedo viendo los carros que pasan. Al mediodía almuerzo, en la tarde duermo un poco y me drenan la orina para sacarla del cuerpo. Luego viene la noche, me toca tomarme 5 pastillas, después comparto con mi esposa y mi hijo, por último me duermo, al día siguiente es lo mismo”, comentó.

A pesar de todo esto, José tiene la fe en que volverá a tener una vida normal para sacar adelante a su familia.

Actualmente esta familia sobrevive gracias a una pensión vitalicia que le otorgó el Instituto Nacional de Seguros (INS), que aunque no es mucha, les alcanza para lo básico.

Bryan Castillo

Periodista

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.