Sucesos

Hija mayor de mujer que murió en choque se hizo cargo de sus hermanitos menores

Ingrid María Rojas Porras cumplirá un mes de fallecida luego que una microbús chocara el taxi en el que ella viajaba

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Dayanna Guzmán tomó la decisión de cuidar a sus hermanitos menores luego de que la mamá de ellos, Ingrid María Rojas Porras, de 44 años, muriera en un accidente de tránsito en Heredia.

Guzmán, de 27 años, asegura que su pareja sentimental y su papá han sido el principal soporte para que ella pudiera acoger a Daniela de 16 años y a Diego de 10 años, y que así siguieran juntos.

Doña Ingrid también dejó a un hijo de 22 años, pero él, al igual que Dayanna, ya se había independizado.

La mamá de ellos cuatro cumplirá este sábado 25 de junio su primer mes de fallecida. Ella viajaba en un taxi conducido por Jimmy Villalobos Porras, de 46 años, y fueron golpeados por una microbús que era manejaba un hombre apellidado Gamboa.

Aunque las causas del accidente siguen en investigación, las autoridades manejan la versión de que, en apariencia, el conductor de la buseta habría perdido el control e invadió el carril contrario en el momento en que iba pasando el taxi. Ingrid y Jimmy murieron en el sitio, mientras que Gamboa, sobrevivió al impacto.

La mamá regresaba de su trabajo en una zona franca, en la que tenía apenas 15 días de estar trabajando.

La fatalidad ocurrió a las 11:14 de la noche del miércoles 25 de mayo en San Francisco de Heredia, 200 metros al este de Pequeño Mundo.

Dayanna y sus hermanos se enteraron de la tragedia hasta la mañana siguiente.

“Nuestra mamá se dedicaba a dar clases particulares en la casa, no era educadora de profesión, pero siempre tuvo la vocación, también hacía costuras, pero por la pandemia las clases y arreglos bajaron, entonces ella se vio en la necesidad de buscar otro trabajo debido a los problemas económicos, estaba comenzando en el nuevo trabajo.

“Yo ya no vivía con ella, pero tenemos un chat de la familia y siempre nos mandaba mensajes de las reuniones o cuando salía a almorzar, ese día salía a las 10 de la noche y el bus de la empresa tuvo una falla y por eso pidió un taxi”, recordó Dayanna.

Agregó que durante el camino, su mamá le escribió a la hija de 16 años para decirle que ya iba para la casa, le pidió que se fueran a acostar mientras llegaba.

Los menores lo hicieron y al amanecer del jueves se enteraron de la pesadilla.

“Mi hermana preguntó en el grupo de la familia si alguien sabía dónde estaba mami, porque no había llegado a dormir a la casa.

“Mi hermano de 22 años comenzó a buscarla junto con nosotros, ella no contestaba las llamadas, una hora después nos preocupamos y llamamos al trabajo, nos dijeron que iban a buscar información, pasaron cuarenta minutos y llamaron a mi hermano para darle la noticia del accidente.

“Mi hermano me llamó y me dijo que tenía que ser fuerte porque me iba a dar una noticia muy dura, que nuestra mamá había fallecido en la noche, la última conexión que ella tuvo fue a las 11:11 de la noche y minutos después fue el accidente”, recordó la hija mayor.

Entre hermanos se apadrinan

Para ellos los días no han sido fáciles, pero aseguran que juntos se han apadrinado cuando ven que alguno recae.

“Ellos (los hermanos menores) están conmigo, me hice responsable de ellos por ahora, el papá de mi hermano menor era nuestro padrastro y él falleció hace un año por muerte natural, así que mi hermano solo me tiene a mí.

“Hay días muy duros, a veces siento que soy fuerte, pero es porque los tengo a ellos y obviamente tengo la necesidad de ser fuerte, no me puedo derrumbar, más que nuestra mamá nos enseñó eso de ser positivas, ser fuertes y vivir un instante a la vez”, comentó.

Contó que ella siempre les dijo que algún día iba a faltar y quería que siguieran respetándose y cuidándose como hermanos.

“Siempre nos habló de la muerte, nos explicaba que el tiempo de Dios es perfecto y que cuando pasara teníamos que aceptarlo y seguir, también nos decía que el deseo de ella era no tener que enterrar a ninguno de nosotros (hijos)”, expresó.

Los hermanos tienen una montaña rusa de emociones día a día, pero juntos han tratado de calmar la ausencia física de la persona más especial en sus vidas.

“Siento que cuando ya no puedo más, mis hermanos me alientan, si alguno ya no puede yo lo aliento, siempre nos pidió que no nos enojáramos mucho tiempo, que tratáramos de despedirnos, no guardarnos rencor y respetarnos, siento que como hermanos nos hemos apadrinado”, dijo.

A doña Ingrid la recuerdan como una persona muy positiva, pese a los problemas, ella siempre sonreía.

Dayanna está esperando los resultados de autopsia y espera que el OIJ esté avanzando en la investigación que ocasionó la fatalidad.

Concluyó diciendo que ella y su esposo aún no tienen bebés, pero consideran que Dios todo lo hace perfecto, pues así pueden ayudar a sus dos hermanitos en todo lo que puedan.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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