Si a Minor Díaz se le salieron las lágrimas cuando estaba hablando del ascenso de Liberia a la primera división, seguramente su papá también lloró.
Díaz tiene a su papá internado y en la entrevista de TD+ se acordó de su señor padre y le dedicó el triunfo. En ese momento, se quebró y se le salieron las lágrimas.
“Voy a aprovechar, papá está internado y ayer (viernes) le dije que le iba a llevar la medalla. Un saludo a mi mamá, a mi hermosa familia, a la gnete de Nandayure, de Mansión. Dios es grande y cuando uno trabaja hay recompensa. Toda la gloria y la honra es para el, hemos doblado rodillas y trabajado para lograr este ascenso”, dijo.
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También tuvo palabras para el goleador Raúl Vidal, quien metió el segundo pepino.
“Venía de siete partidos de no meter un gol, la gente opina, pero Raúl nos da un campeonato, se lo merece. Ese jugador no bajó los brazos, metió el 50 por ciento de los goles del equipo e hizo un gran esfuerzo”, expresó.