Desde que Alajuelense creó su equipo femenino montó una maternidad bravísima contra el Saprissa, que no le ve una ni en torneo regular o semifinales y que a la hora de los balazos siempre lo despedaza, pero nunca como lo hizo este miércoles,
Las Leonas devoraron, le dieron una paliza de antología a las moradas al derrotarlas 7-2 en el partido de vuelta de las semifinales, la primera vez que lo hace en la historia y una apabullante 10-4 en el marcador global.
De hecho, en la historia entre ambas instituciones a nivel mayor, los rojinegros jamás le habían metido siete goles en un partido de lo que fuera. La marca estaba en seis, aludiendo al 6-5 del primer clásico de la historia a nivel masculino en 1949.
No hubo otro equipo en la cancha, las muchachas de Wílmer López despedazaron a su archirrival con la misma intensidad que lo hace una leona cuando tiene a una presa entre sus fauces, la cual no soltó nunca ni le mostró piedad alguna.
El primer tiempo acabó 3-1 y un 6-3 en el global, cifra que daba toda la apariencia de liquidar la serie, pero no, esta vez las manudas no se conformaron y fueron a buscar y anotar cuantos goles posibles pudieron.
Alexandra Pinell se fue de triplete con los tantos a los 18, 31 y 76, Sheika Scott de doblete al 43 y 64, Carolina Miranda a los 47 y de Katherine Arroyo a los 88 marcaron los siete.
La paliza fue tan brutal que las tibaseñas ni a marco se asomaron, pues los dos goles morados fueron autogoles, uno de Alexandra Pinel y otro de Fabiola Villalobos.
“No hay explicación alguna para lo que pasó hoy, sentimos mucha vergüenza, no podemos salir así derrotadas y bajando los brazos de esta manera, tenemos que tener más dignidad, no se puede perder una semifinal por un marcador así, solo pido disculpas a la afición morada, esto no es lo que queremos ser”, dijo la capitana morada Carolina Venegas.
Saprissa se va para la casa con la amargura que no gana un título nacional desde el 2018, mientras que las rojinegras están a dos pasitos del hexacampeonato, solo el talentoso y valiente Sporting que, en la tercera final al hilo entre ambos clubes, podría impedirlo.