Mario Escobar, de Guatemala, dirigió el partido entre Costa Rica y México, este domingo a las 8 de la noche y entre los errores que cometió, se cuenta uno que pasó desapercibido.
Escobar anuló un gol a México por fuera de juego, un señalamiento que de no ser por el VAR, dan por válido, pero luego de que terminó el partido, vino la situación que para el analista Greivin Porras, está muy mal y denota su falta de autoridad.
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El guatemalteco se dejó rodear, una vez finalizado el partido, por prácticamente todo el equipo mexicano que le pedía explicaciones y Escobar se las daba.
La situación tardó al menos un par de minutos, según se podía observar en las tomas de televisión.
“Es parte de su poca autoridad, un árbitro no tiene por qué dar explicaciones de sus decisiones a los jugadores. Allí sacaba una tarjeta amarilla y les decía que ya era una decisión tomada. Era lo que correspondía”, manifestó Porras.
Dijo que eso lo ha visto en otros juegos y bajo ninguna circunstancia debe permitirse, pero tiene una razón para explicar por qué sucede con el chapín.
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“Está bien apadrinado en la Concacaf, es un árbitro de bajo nivel. No es que anoche tuvo una mala noche, así es siempre”, agregó.