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Apache impone respeto en las calles del país

En el Chuzo de la Semana les presentamos este Chevrolet Apache que desata pasiones

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En La Teja nos contaron que en Aserrí hay un carrazo muy coquetón, que cuando rueda por sus calles es bueno para jalar miradas y recibir piropos, así que lo fuimos a buscar y lo encontramos.

El carrito es de don Alberto Castillo, un Chrevrolet Apache modelo 1958, los cuales son contados con los dedos de la mano que aún recorren el país.

Castillo tiene el carro desde hace ocho años y lo había comprado en San Carlos, de donde no lo pensó dos veces para traérselo a Aserrí y empezar a arreglarlo.

En ese momento estaba furris y algunas partes estaban podridas, pero eso no lo detuvo y empezó a chanearlo. En total duró cerca de cinco años el proceso de reconstrucción.

Esa breteada también lo hizo invertir su buena platica, pero para él y su familia ha valido la pena cada teja invertida, debido al montón de piropos que reciben cuando lo sacan a pasear.

Entre las partes que más arreglos hicieron fueron los guardabarros y las puertas.

Hasta el momento nadie le ha dicho “se lo compro”, pero de una le advertimos, no lo haga porque don Alberto dijo que no lo venderá por nada del mundo.

¿Es gastón de gasolina? Según su dueño, no lo es, lo ha llevado a muchas partes del país y hasta le sobra gas para seguir andando.

La fiebre del dueño por este chuzo es comprensible, ya que con el paso del tiempo ha sorprendido a propios y extraños, al punto que cada vez que anda en la calle, lo disfruta al máximo.

“Antes eso no tenía mucha importancia, porque éramos solo los viejos que nos gustaban estos carros, pero en los últimos años empezaron a pasar fábulas por televisión que salían estos carros y ahí fue que también a los carajillos les empezó a llamar la atención, donde ven que real se vuelven locos. Eso es constante, grandes y jóvenes me piden permiso para sacar fotos o videos, es una locura sacarlo a la calle”, relató don Alberto lleno de orgullo.

En algunas ocasiones los policías de Tránsito lo detienen tan solo para verlo con más en detalle, ya que como don Alberto anda los papeles al día, no le hacen multa.

Entre las anécdotas que tiene con su Apache es que gracias a unos guardas de seguridad terminó dentro del parqueo para ambulancias de uno de los centros médicos más importantes de Chepe.

“Una vez fui con mi hermano al hospital San Juan de Dios, ya que él tenía una operación, así que estacioné a un lado de la calle, pero un guarda me llamó y me dijo que lo metiera en el parqueo de las ambulancias solo para ver el carro, de una pasé sin preguntar. Después llegaron otros guardas, lo vieron y me preguntaron de qué año era”, comentó Castillo en medio de risas.

Hasta los chiquillos se ponen felices de la vida al verlo y son capaces de esperar el tiempo que sea necesario para sacarse una foto a su lado.

“Un día que andaba en el banco, cuando salí de la sucursal me estaban esperando un señor con una chiquita de ocho años porque querían sacarse una foto con el carro. La chiquilla estaba toda emocionada, hasta se montaron en el carro y la pequeña solo decía: ‘¡qué lindo carro!’”, finalizó.

Johan Rojas Ortega

Johan Rojas Ortega

Periodista egresado de la Universidad Latina de Costa Rica desde 2014. Con experiencia en coberturas y temas en deportes, judiciales, nacionales y sucesos para prensa escrita, radio y web.

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