El entrenador Minor Díaz, quien ascendió al Municipal Liberia el sábado pasado luego de superar en la final de segunda fase a Escorpiones 2 a 1 en el global, está muy orgulloso y con sentimientos encontrados por el clásico de la pampa, que nuevamente se jugará en primera división, en buena parte gracias a él.
Y es que el entrenador también fue el responsable del ascenso de Guanacasteca hace dos años y empezó la travesía en primera división con ese equipo, pero los resultados no se dieron y fue despedido.
Por eso, sin duda, el famoso clásico de la pampa, que enfrenta a los Coyotes ante la ADG, será muy especial para él.
LEA MÁS: Minor Díaz cumplió una linda promesa
“Será especial para mí, soy nicoyano, me tocó ir a al capital a buscar un futuro a los 14 años y regresar y ser profeta en mi tierra porque con Liberia fui campeón en el 2009, a Guanacasteca lo ascendí y ahora me toca subir con Liberia”, dijo.
“Es una bendición haber ascendido a los dos equipos”, expresó Díaz a La Teja este martes, mientras negociaba su continuidad, que es casi un hecho, con el club. Si todo sale bien, empezará pretemporada seis semanas antes del inicio del torneo.
- ¿Cuánto le ilusiona poder estar en el clásico de la pampa?
Mucho, es lindo disfrutar de un clásico de la pampa después de muchísimos años. Lo más importante es que nuestra provincia va a ayudar al fútbol, va a respirar fútbol y sé que va a ser un duelo espectacular para los aficiones, que apoyan mucho.
Lo más importante de todo es que tenemos a la provincia de Guanacaste cada vez más en la palestra del fútbol nacional, que muchos niños y jóvenes se van a ver beneficiados por tener esa posibilidad de jugar en primera división. No hablamos ni de Guanacaste ni de Liberia, hablamos de la provincia como tal, porque ha ganado la provincia. Hace apenas tres o cuatro años atrás no estaba ninguno en primera.
- A usted, siendo nicoyano, le va a tocar el clásico del lado de Liberia en medio de una rivalidad muy añeja y muy folclórica, ¿cómo sobrellevar eso?
Esto es fútbol, nada más. Siempre van a haber sentimientos encontrados, con dos aficiones que las quiero muchísimo, lo único que pienso es que ojalá esté lleno el estadio y que cada uno apoye a su equipo y que sea un muy buen partido de fútbol y que en ese momento gane el mejor. Pero créanme que lo único que espero es que sea muy vibrante, muy apasionado.
- Tampoco podemos olvidar a Puntarenas, otro equipo del Pacífico, ¿que piensa que ya tres equipos del Pacífico en primera?
Muy bueno, los tres equipos son históricos y le han dado muchísimos jugadores al fútbol nacional. Qué bonito que nuestro fútbol, que nuestro país, esté recuperando esos equipos que han demostrado tener muchísimo talento. A mí me deja contento, en algún momento lo dije, que me encantaría que Puntarenas vuelva a la máxima categoría, es una una provincia muy futbolera y ni qué decir de nosotros.
- ¿Cuánto le llenó el corazón entregarle esa medalla a su papá (Franklin Díaz Oconor, quien está en el hospital), algo que le había prometido?
Muchísimo porque se lo había prometido el día antes de la concentración. Le prometí llevarle la medalla y bueno, creo que cuando uno le cumple a los padres de esa forma hay una satisfacción muy grande, que evidentemente todo ha sido por la gloria de Dios y él está un poquito mejor. Dios es el doctor por excelencia y ojalá que pronto lo tengamos de nuevo en la casa.