Chuzo de la semana: Con motor ruso y palpitante corazón tico

Hola, mi nombre es Lada, mi apellido Niva, pero ese es mi nombre ruso, así nadie me conoce ni en Rusia ni en Costa Rica. Eso es porque unos ticos me pusieron un muy lindo apodo, Chunche, y entonces sí, cuando digo Chunche todo el mundo sonríe y me reconoce.

La verdad soy un carajillo que solo tiene nueve mil kilómetros de recorrido y si bien mi motor es ruso, mi corazón es tico. Eso es gracias a que ustedes me han sabido ganar con su pura vida y su amabilidad, con esa sonrisa eterna de los costarricenses. Ya me siento tico por adopción.

Mientras pasaba una temporadita en Inglaterra me adoptaron unos ticos y eso cambió mi vida. Son bien locos y me cuentan que ya estuvieron en la Copa Mundo de Sudáfrica, en el 2010, y en la de Brasil del 2014. Por eso me siento muy feliz de que me hayan convocado para “jugar” de titular en Rusia 2018.

Desde Londres, donde estaba viviendo, me llevaron rodando hasta Rusia estos ticos locos pero pura vida. De una vez se fueron para Samara porque todos queríamos disfrutar el primer partido de Costa Rica en el Mundial y por tierra también fui a San Petersburgo cuando enfrentamos a Brasil y de ahí a Nóvgorod para el partido contra Suiza, el del miércoles que viene.

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Día con día mi corazón se está convirtiendo en tico porque me tratan muy bien y me chinean mucho. Me han convertido en fanático de un país que no conocía, pero que dicen que es muy pacífico.

Compartir con costarricenses me encanta. La verdad es que con Sebastián Castro, Olivier Nowalski, Esteban Alfaro, Andrés Bronnimann y Daniel Sasso se la pasa uno genial. Estoy totalmente de acuerdo en que todo el mundo les diga el “dream team”.

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Soy un carro bien hecho, con material de verdad, con acero de primera y eso significa que aprendí a no arrugarme por nada, así que apoyo a la Sele en todo momento, si anda bien y si anda furris como ahora. Eso aprendí desde que me fabricaron y así seguiré en este lindo viaje mundialista aunque el equipo de los ticos no haya podido repetir ni por asomo la hazaña de Brasil. Bueno, los dejo, voy por un buen pinto, lo mismo que le falta a la Sele. Ah, y ¡viva Costa Rica!