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Daniel Quirós entró lesionado a la final para borrar un amargo capítulo con Puntarenas

Familia de Daniel Quirós fue vital para que el jugador volviera lucir con Puntarenas FC

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Cuando Daniel Quirós pisó el césped sintético del estadio Rafael Bolaños en el partido de este domingo contra Carmelita, no podía parar de llorar.

Horacio Esquivel, su técnico, lo metió al campo casi en el tiempo de reposición, pero no porque tuviera una variante táctica en mente ni porque fuera un cambio de tiempo, sino porque a pesar de que el delantero está lesionado, el entrenador le prometió darle esa alegría.

El Bebé, como lo apodan, se perdió la final por una lesión, pero Esquivel sabía lo importante que era para él estar presente, aunque fuera unos segundos en la cancha, ya que en los registros quedará que jugó el día que su amado Puerto regresó a la primera división.

Daniel ha derramado muchas lágrimas por este equipo, por estos colores que lleva en el alma ya que en él ha vivido los tragos más amargos de su carrera en el fútbol.

El 23 de abril del 2014 pudo ser, tal vez, uno de los días más tristes para él, ya fue cuando descendió a la segunda división. Del plantel actual, es el único jugador que sufrió en carne propia aquel momento tan amargo.

Doña Marianela Quirós, mamá de Daniel y más conocida como doña Nela en el Puerto, debió ser muy fuerte para consolar a su hijo.

En aquella mejenga contra Limón, su hijo falló un penal que condenó a los chuchequeros a la segunda división, pues la mejenga terminó 1-1 y necesitaban triunfar para seguir en primera.

Aunque tardara ocho años en llegar, la revancha de devolver a su equipo a la máxima categoría llegó, por eso es que el muchacho no podía contener las lágrimas, pero estas eran de pura alegría.

“Yo había jugado finales y las había perdido, lo que nunca había vivido es ganar una, para mí esto fue algo superimpactante, increíble lo que el profe hizo por mí, nunca creí que se daría, él me había dicho que me iba a meter, me lo prometió y gracias a Dios lo cumplió.

“Que me diera la oportunidad de por lo menos pararme ahí en la cancha, este era mi sueño, estar jugando una final y ganarla y más con mi equipo, que es el Puerto”, comentó Daniel sobre lo sucedido.

Quirós afirma que nadie sabe lo que él pasó las últimas dos semanas, por la ansiedad de asegurar el ascenso, la impotencia por lesionarse justo en el tramo final y por conseguir algo que se le había escapado otras veces.

“Si yo me pongo aquí a hablar de lo que pasé, más bien me pongo a llorar otra vez y es peor, acá es donde estoy agradecido además de con Dios, con mi familia, que me apoyó siempre en todo esto. Yo crecí jugando en el Lito Pérez toda mi vida, ahora no puedo explicar este sentimiento”.

Apoyo total

Casualmente, la familia fue vital en todo este proceso, 11 de sus familiares lo acompañaron a la final, desde su mamá, novia, hermanos, sobrinos, todo un batallón.

Doña Nela dice que es consciente de que ellos fueron el soporte de su hijo.

“Yo viví en carne propia todo lo que pasamos estos años, yo viví en la cancha ese descenso, esto que vivimos ahora es totalmente distinto, yo creo que el campeonato del 86 no lo comparo con este, esto es lo máximo por todo lo que pasamos.

“Las lesiones han sido lo más difícil, yo lo he visto llorar como un chiquito, lloraba y lloraba y me decía, ‘mama, pero, ¿por qué?’ y le respondía que Dios tiene un propósito para todo, él no hace las cosas por hacerlas. Yo lo apoyé mucho, cuando lo entrevistaban y no podía jugar era peor la cosa”, recordó doña Nela.

Para entender lo que significa el PFC para esta familia, cuando cuando Daniel empezó a patear bola en la Olla Mágica, doña Nela era la encargada de mantenimiento del estadio, además, ella también jugó al fútbol en su juventud con el club Deportivo Costa Rica.

“A nosotros nos ha costado mucho siempre, somos una familia humilde, que nos hemos tenido que esforzar demasiado, pero nunca nos hemos dado por vencidos.

“Yo aún recuerdo cuando mi hijo perdió el penal, fue muy duro, pero lo de ahora es una emoción grandísima inmensa y como nos costó tanto, es que sabe más”, asegura la señora.

Incondicional

Alexa Castillo, novia de Daniel, también ayudó al goleador a aguantar la carga en los momentos difíciles y nos explicó cómo fueron esos tiempos.

“Vivimos momentos muy duros, él estuvo un año muy decaído, pero gracias a Dios se lograron las cosas, estamos todos muy orgullosos de él. Uno más que nadie, que está siempre al lado de él, sabe lo que le han costado las cosas.

“Nosotros vinimos (al estadio Rafael Bolaños, en Alajuela) casi que toda la familia a apoyarlo, porque así fueran cinco minutos que jugara, él se merecía jugar esta final, estar en la cancha al menos. Creo que todos lloramos con él cuando lo vimos entrar, fue un momento muy bonito”, recordó Castillo.

La novia además nos contó que para Quirós esto es como un nuevo comienzo en su carrera de futbolista. “Esto era su sueño y gracias a Dios se le cumplió”.

Las lágrimas ahora son sustituidas por la ilusión de ese nuevo arranque.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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