El amuleto del Real Madrid se llama Casemiro

El brasileño Casemiro se ha ganado el puesto como volante titular en el Real Madrid en las últimas dos temporadas, pero recientemente se especializó en marcar goles en las finales que ha disputado el club blanco.

Sin ir más lejos, este martes abrió el marcador en la Supercopa de Europa que enfrentó al Real Madrid contra el Manchester United al rematar un centro preciso desde la derecha de Dani Carvajal, al 24'.

En esta ocasión, el centrocampista brasileño no consiguió el tanto en su especialidad, el disparo de larga distancia, ni tampoco a balón parado, en el que también produce mucho peligro, sino lanzándose dentro del área para conectar con la izquierda y cruzar el balón ante David De Gea.

Especialista en anotar

Casemiro ha comenzado la temporada como acabó la pasada, marcando.

En la última final de Champions, contra la Juventus, en junio anterior,  el brasileño rompió la igualdad en el marcador anotando el 2-1 con un derechazo desde fuera del área que se coló en la base del palo derecho del arco defendido por Gianluigi Buffon.

El brasileño se mostró decisivo en la consecución de la Copa de Europa número doce, como lo fue también este martes, en la cuarta Supercopa europea del club blanco.

Carlos Henrique Casemiro, formado en el Sao Paulo, se incorporó al Castilla, el filial del Real Madrid, en la temporada 2012-2013, tras proclamarse campeón del mundo con la selección brasileña Sub-20 en el 2011.

Pese a ascender al primer equipo en la 2013-2014, al brasileño le costó encontrar su sitio en un grupo plagado de estrellas y la temporada siguiente fue cedido al Oporto, donde una gran temporada le permitió regresar a la casa blanca.

Contó con la confianza inicial de Rafa Benítez, pero el cese en enero del 2015 del técnico madrileño y la llegada de Zinedine Zidane parecía que iba a suponer un cambio para el jugador.

El técnico francés pareció decidirse al principio por jugadores de un perfil más constructivo, pero rápidamente acabó rindiéndose a Casemiro, el que más equilibrio le da entre la defensa y el ataque.

Casemiro no solo aporta su contundencia en la marca  y su equilibrio al juego del equipo, sino que ahora también suma goles.

La temporada pasada anotó 6 de los 8 que contabiliza como jugador blanco (incluyendo el de este martes), algunos tan importantes como uno al Barcelona en el clásico que el Real Madrid acabaría perdiendo en el Santiago Bernabéu (3-2) y otro en los octavos de final de la Champions ante el Nápoles.

“Es fruto del trabajo”, declaró este martes al ser preguntado por su nueva faceta de goleador. “Desde que llegué el club me enseñaron que hay que trabajar con humildad. Queremos ganar más títulos”, añadió.