Epidemiólogo tico: “Novak Djokovic está sufriendo las consecuencias de no vacunarse”

El tenista serbio Novak Djokovic fue expulsado ayer de Australia, donde no le aguantaron nada y le dieron una merecida dosis de ubicatex.

El deportista iba a participar en el Abierto de ese país, que se inicia hoy, pero en vez de eso fue echado. El gobierno lo consideró un riesgo sanitario ya que no está vacunado contra el covid-19.

El ministro de Inmigración australiano, Alex Hawke, destacó que el desprecio del tenista a las normas sanitarias era un mal ejemplo.

En La Teja conversamos con el epidemiólogo Juan José Romero, quien respaldó la posición de las autoridades australianas ya que nos recuerda que nadie, ni el tenista número uno del mundo, está por encima de la ley.

“El gobierno australiano se mantuvo firme y dijo aquí se siguen las reglas, no son antojadizas, lo que se busca es proteger a las personas.

“Djokovic argumentaba que ya le dio covid y se recuperó, y que está protegido; pero debe recordar que es una figura pública y tiene que medirse mucho en sus declaraciones y en sus actuares. Si no quiere vacunase es cosa de él, pero ya está sufriendo las consecuencias”, dijo Romero.

Romero dijo que además de quedar fuera del torneo, vienen otras secuelas para el serbio.

“No es que solo se queda sin igualar el récord de Roger Federer, sino que no ganará dinero y tendrá problemas con sus patrocinadores.

“Para el resto de los mortales, que no tendremos ese problema, la consecuencia puede ser la enfermedad, la angustia de quien la sufre y lo acompaña en el sufrimiento. Puede ser hasta perder el trabajo, porque en el sector público es obligatorio tener la vacuna y si en el sector privado una empresa también establece la obligatoriedad de la vacuna, el colaborador puede perder su empleo”, expresó.

El epidemiólogo recalcó la importancia de vacunarse.

“Las vacunas disminuyen el riesgo de la enfermedad. No es que uno no se va a contagiar de covid si está vacunado, pero le ayudará a que la afectación por la enfermedad sea menor. Vemos a una gran cantidad de personas aisladas por el virus, pero con las vacunas se reduce la posibilidad de ir a un hospital”.

Así está la cosa. Djokovic llegó a Australia el 5 de enero y estuvo en un centro de retención pues el gobierno alegó que su presencia representaba un riesgo para la comunidad porque podía fomentar el sentimiento antivacunas y provocar agitación social.

Hubo luego un estira y afloja legal. El 10 de enero un juez bloqueó la deportación, restableció su visa y ordenó su liberación. El ministro Hawke contraatacó el viernes y canceló su visa por segunda vez. Eso obligaba a echarlo del país.

Djokovic apeló y el caso llegó hasta los tres jueces que rechazaron el recurso y le dieron su merecido estate quieto.