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Futbolista Erick Marín nos cuenta cómo pasó 67 días aislado

Futbolista venció tres diagnósticos de cáncer y tuvo un aislamiento mucho más rudo al que recomiendan las autoridades por el coronavirus

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El futbolista Erick Marín se ha convertido en un guerrero y de los bravos, a sus 38 años ya venció tres diagnósticos de cáncer, uno testicular y los otros dos en la zona abdominal.

El jugador supo en el 2017, 2018 y 2019 lo que es que los médicos le dijeran que se enfrentaba a una enfermedad que lo podía matar.

Lejos de desmotivarse, Erick encontró fuerzas de donde no las tenía para hacerle frente a estos males. Una de las partes más dolorosas fue el aislamiento, ya que el año pasado estuvo encerrado en un cuarto durante 67 días.

Para él, es molesto escuchar a personas quejándose por estar encerradas en su casa, cuando no saben el sufrimiento que otras personas pasan en situaciones mucho más difíciles.

- Por el último cáncer que usted sufrió tuvo que permanecer aislado ¿qué diferencias hay entre ese que vivió el año pasado y este?

Las diferencias son muchas, ojalá hubiera tenido este aislamiento porque ahorita yo puedo andar por la casa, hablar con mis papás, ver películas todos juntos, cuando yo estuve aislado estaba solo metido en cuatro paredes, solo había un vidrio por el que yo podía ver a mis familiares y a los de mi novia (María del Mar Aguilar) y eso era todo.

-Usted sufrió bastante en ese proceso ¿le molesta ver que mucha gente se queja por estar en la casa?

Para mí fue difícil estar ahí encerrado porque fueron más de 60 días sin poder abrazar a alguien, sin poder tener contacto. Claro que es molesto, pucha... yo veo a gente en redes sociales que dicen que no tienen nada qué hacer, lo que deberían hacer es compartir con sus familias, no salir y dejar de quejarse.

-¿Usted cree que si la gente que no hace caso a las recomendaciones de Salud hubiera pasado por su proceso se comportaría diferente?

Yo viví momentos muy duros en ese encierro, prácticamente la cama la tenía pegada a la espalda porque no podía hacer nada más. Mi hijo de 12 años llegó a verme y yo no podía abrazarlo, solo por el vidrio del cuarto podía ver y hablar. Si la gente hubiera vivido mi aislamiento, no pensaría en salir ni a la acera.

- ¿Siente que a muchos lo que les falta es que le pase algo como lo que usted vivió para entenderlo?

Yo le apuesto que las personas que no están haciendo caso y salen y cuando regresan lo hacen con una tos, se arrodillan y le piden a Dios que no les pase algo, pero es que como no les ha pasado algo así entonces no lo entienden

- ¿Para usted que es lo que hace falta para cambiar la mentalidad que tienen muchos ticos que piensan que el coronavirus no los va a atacar?

Es que hay que cambiar la mentalidad, el tico tiene un problema y es que si le dicen que no lo haga, con más ganas lo hace. Si el ministro de Salud (Daniel Salas) dice que no hay que salir, entonces no se sale aunque nos cueste. Lo que se tiene que hacer es poner multas todavía más fuertes porque cuando a la gente le tocan el bolsillo se tranquiliza.

- ¿Siente que esas personas son mal agradecidas con la vida?

Sí y otro problema es que muchos se quejan porque en esta Semana Santa no pueden ir a la playa o al mall, pucha, uno tiene que ser agradecido, no podemos ser tan irresponsables con los médicos y con el país saliendo así como si nada a la calle. Ahora que la gente tiene más tiempo debería ponerse a ver las películas de Semana Santa como antes cuando no había buses y todos estaban encerrados en las casas viéndolas.

- Usted ahora lleva una vida normal ¿las recomendaciones en su aislamiento por cáncer son las mismas que para el coronavirus?

El que tuve era más estricto porque no tenía relación con nadie pero muchas medidas son las mismas como la del lavado constante de manos, pero hasta los codos, no visitar lugares públicos y evitar el contacto con la gente.

- Su familia prácticamente también está entrenada con estas recomendaciones…

Para ellos no es nada nuevo, mi novia tenía que entrar con gorro, un traje, un tapabocas y no tenía contacto con ella. Actualmente mis papás tienen unos zapatos para salir y otros para estar en la casa, cuando vivía en la casa de mi novia cuando ellos llegaban se iban al baño de una vez y se cambiaban de ropa.

- ¿A usted le costó hacer caso a esas recomendaciones?

No me costó porque sabía que si quería estar bien me tenía que cuidar, porque no quería volver a pasar por eso, pero es muy difícil, como le digo, mi caso era diferente porque estaba encerrado en un cuarto que es muy diferente a estar encerrado en una casa compartiendo con todos de manera personal.

- Hace poco vimos que celebró su cumpleaños 38 ¿cómo se sintió?

Fue increíble porque pude celebrar un año más de vida (el lunes 6 de abril), si me pongo a ver meses atrás no sabía si iba a cumplir más años, para mí fue una alegría inmensa, no me hizo falta salir. Yo ahora celebro todos los días porque yo estuve a poco de morir. Me compraron un queque, me hicieron un rice and beans y estuve con la familia de mi novia.

- ¿Ya le cerró las puertas al fútbol?

No, pero todo depende de Dios, yo voy a hacer la voluntad de él. Antes de que pasara todo esto estaba corriendo, al principio solo podía correr hasta la mitad de una cancha pero al final le daba tres vueltas y ahí iba poco a poco, pero ahora es momento de estar en la casa.

- ¿Qué mensaje le da a las personas que sí están haciendo caso y a las que no?

A los que siguen las recomendaciones que sigan así porque están cuidando al país y a los que no, pues que reflexionen, que aprovechen esta Semana Santa para hacer conciencia de lo que están haciendo mal.

Bryan Castillo

Periodista

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