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Exutilero del Santos se aferró a su sueño y ahora es jugador del equipo guapileño

Juan Carlos Ávila sufrió una lesión hace tres años, pero nada lo apartó de su objetivo de llegar a jugar en primera

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Armarse de valor y defender un sueño, esos fueron los ingredientes que le permitieron a Juan Carlos Ávila, nuevo lateral derecho del Santos, escribir una de las historias de superación más bonitas del fútbol nacional.

En los dos últimos años, “Pichi”, como le dicen en el club, trabajó como el utilero del cuadro guapileño, esto por una lesión que hace tres años lo sacó de las canchas, pero que nunca lo apartó de su objetivo que era llegar a jugar un día en la Primera División. Mientras otros hubieran tirado la toalla, este vecino de Río Jiménez de Guácimo, en Limón, nunca lo hizo.

Hace rato, Ávila quería hablar con el técnico Johnny Chaves para pedirle que le diera un chance, dado que ya se sentía recuperado de la lesión de ligamento cruzado de la rodilla derecha que sufrió en el 2015, cuando entrenaba con el primer equipo y tenía 20 años de edad.

“Luego del último partido del equipo en el torneo anterior, entrenamos una semana más y el último día, antes de salir a vacaciones, le dije que ocupaba hablar con él. Me llevó a una sala de juntas y ahí le conté que quería una oportunidad como jugador, que tenía un sueño. Conversamos y me dijo que toda persona tenía sueños, pero que a veces ocupaba de alguien para lograrlos, eso me animó a seguirle contando y le pedí ir a las visorías”, recordó Ávila.

El entrenador aceptó, pero el hombre tuvo que pasar por todos los filtros, primero ir a las visorías a ver si le daban el chance para entrenar con el primer equipo y después ver si tenía lo necesario para quedarse en la pretemporada. Cosas que Pichi logró mientras combinaba su trabajo de utilero con los entrenamientos.

Juan Carlos tuvo la oportunidad de jugar un partido en esta pretemporada, el cual aprovechó bastante para demostrar lo que podía hacer en un terreno de juego.

“Como por dos semanas entraba a las 6 a.m. como utilero, alistaba las cosas de esa área, dejaba todo listo. Después, a las 8 de la mañana, pasaba a entrenar con el grupo y cuando terminaba la práctica me tocaba seguir trabajando como utilero, era pesado, pero por la oportunidad que me estaban dando yo hacía cualquier cosa”, destacó Pichi.

El más feliz de la vida

El viernes pasado fue el día más feliz de su vida futbolística, cuando Johnny Chaves le comunicó, frente a todos sus compañeros, que le gustó lo que vio y que recomendó a la junta directiva contratarlo como futbolista, por lo que dejaría su anterior puesto para meterse de lleno a la cancha.

“Fue un momento muy alegre, no me puse a llorar porque de veras, pero tenía los ojos llorosos, el profesor incluso me dio la oportunidad de que llamara a mi mamá para contarle la noticia y después los compañeros me saludaron y me felicitaron uno por uno”, comentó.

Aunque el muchacho de 24 años siempre hizo su trabajo en la utilería con muchas ganas y actitud, recogiendo chalecos, lavando uniformes, jalando bolas e hidratantes, él siempre se sintió como un futbolista a quien situaciones de la vida lo alejaban del campo. Muchas veces suspiraba viendo a sus compañeros jugar, él se imaginaba ahí y no sentando en la banca.

“Yo hace como un año venía con ese intriga de jugar. Después de que me logré operar, me probé en otros lugares, pero no tenía el chance de entrenarme con ellos y estar acá, era una oportunidad que yo quería conseguir a como diera lugar, no me rendí", destacó.

Ávila incluso sacó un préstamo en el Banco Popular de Guápiles con ayuda de unos amigos, además hizo rifas y hasta vendió su motocicleta, todo con tal de reunir la plata y operarse en una clínica privada, porque debía hacerlo por su cuenta. Personas como los exgerentes santistas Víctor Badilla y Jonathan Murillo fueron parte de las personas que le echaron el hombro.

Buen ejemplo

Johnny Chaves, por su parte, alaba la actitud de su nuevo jugador por ser un ejemplo de persistencia, el técnico considera que le vendrá muy bien en la parte mental al equipo el ver un compañero que nunca se rindió, a pesar de todas las pruebas que le presentó la vida.

“Es un muchacho que se formó en la liga menor de acá y tiene buena proyección. Me pidió una oportunidad y se la di, ha demostrado tener carácter, conoce bien su posición y sobre todo tiene claro qué es lo quiere, nos demostró a todos una gran lección, que creyendo en tus sueños puedes surgir, es un gran ejemplo para los demás”, indicó el entrenador.

Chaves destacó que Ávila es agresivo en la marca, tiene buena táctica individual, sabe en qué momento sacar el balón, se proyecta bien en ofensiva, sabe asociarse y busca la opción más sencilla, además que tiene buen ida y vuelta. Necesitara un poco más de ritmo, pero va bien.

“Su posición era incómoda porque cuando hizo la prueba tenía que seguir cumpliendo como utilero, es un muchacho que muchas se ve quedaba hasta altas horas de la noche lavando uniformes y al otro día era el primero que estaba acá en el estadio, eso es de admirar, ahora le tocará esperar por un campo, pelear el puesto, pero ya está acá, el resto depende de él”, indicó el técnico.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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