Costa Rica volvió a un Mundial sub-17 luego de ocho años de ausencia, pero quedó eliminada en las primeras de tanteo, no logró pasar a la siguiente ronda a pesar de que clasificaban hasta tres por grupo; sin embargo, para dos entrenadores con éxito demostrado en ligas menores no fue un fracaso.
Para Rodrigo Kenton y Gerardo “Puro” Ureña este mundial es un paso clave para reconstruir el futuro del fútbol nacional.
Costa Rica quedó eliminada, luego de empatar ante Emiratos Árabes Unidos y caer contra Senegal 1-0 y Croacia 3-1.
Las críticas han sido dirigidas al trabajo del técnico Randall Row, a quien señalan por su experiencia, pero tanto Kenton como Ureña lo defienden y lo ven como el menos responsable por los resultados.
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La clasificación. Costa Rica logró la clasificación en febrero y en el caso de la sub-17, los güilas quedaron en el camino de los Mundiales de Brasil 2019 e Indodesia 2023.
Rodrigo Kenton: “hubo malas administraciones”
El entrenador Rodrigo Kenton afirmó que en Costa Rica se pecó, por muchos años, en darle las selecciones menores a entrenadores extranjeros, por ser gente que no conocía el medio.
“Por muchos años, malas administraciones de los recursos o problemas de planificación, dejaron un gran hueco y por eso los resultados a nivel de selecciones menores no se han logrado.
“Hubo un manoseo de gente que no era del país, que no conocía el medio y hay un bache que se está pagando y dichosamente llegó Randall Row y logró la clasifación después de ocho años”, afirmó.
Por años, el entrenador de la Selección Olímpica de Atenas 2004 ha insistido en que las selecciones menores deben ser manejadas por entrenadores locales, por la experiencia que tienen en el medio.
“Siento que hay un descuido, algo que está pasando, teníamos años de no participar y en esta oportunidad, el Mundial Sub-17 hubo una participación discreta, pero es normal, luego de estar tanto fuera sin competencia.
“El hecho de clasificar fue muy importante y no sabemos en qué condiciones participaron los muchachos, pero es evidente que las selecciones rivales tienen más experiencia y mejores condiciones”, destacó.
Sobre la labor de Randall, Kenton sentenció: “la gente se deja llevar por gente que al calor del momento señalan cuando no están viendo resultados, pero la verdad es que han pasado entrenadores que no han hecho nada en selecciones menores”.
“Puro” Ureña habla de la experiencia satisfactoria
El entrenador Gerardo “Puro” Ureña, de gran trayectoria en ligas menores, destacó que pese a los resultados, la experiencia de volver a un mundial menor fue satisfactoria.
“La cohesión de grupo, el hecho de estar en un vestidor de campeonato mundial, con cosas positivas a futuro, esto es para empezar a labrar la tierra y todo mueve y suma para los siguientes procesos.
“En Brasil 2014, la mayoría de jugadores tuvo procesos exitosos con selecciones menores y eso se vio reflejado gracias al trabajo que hubo en Egipto 2009 (Costa Rica tercer lugar del Mundial Sub-20) y con la participación en el Mundial de Colombia 2011.
“Y en este caso, más allá de interpretar los resultados, es analizar otros indicadores, por qué se dan este tipo de situaciones”, afirmó.
Ureña, quien dirigió a la Selección sub-17 que fue al Mundial de Finlandia 2003 y que quedó en el sétimo puesto y la sub-17 de Corea del Sur 2007, que terminó en la posición 14, fue claro al decir que a Randall Row faltó un poco de análisis para los juegos contra Senegal y Croacia.
“Íbamos a enfrentar equipos de talla muy alta, hubo cosas muy buenas que se hicieron, pero luego de que nos anotaran. El fútbol es situacional, buscar las pequeñas sociedades, desde el primer entrenamiento y nos faltó eso.
“La gente está diciendo, de 12 selecciones 8 clasificaban, pero hay que aprender que hay que medir los terrenos a más temprana edad y seguir fortaleciendo los proyectos de visorías regionales”.
Ureña defendió el trabajo del entrenador y destacó su preparación.
“Es una persona aplicada, muy trabajadora, recuerdo que fue a España e hizo unas pasantías por allá y además, no se le puede medir en la cancha.
“Desgraciadamente, la gente mide los resultados hacia los entrenadores y hay que echar mano al fútbol base. Recuerdo que hicimos un documento, en donde dice que a los 17 años los muchachos trabajan para competir y a los 20, compiten para ganar”, expresó.


