Sebastián Castro vive en Colima de Tibás y forma parte de la Fundación Saprissa desde el 2017. Él es uno de los 378 beneficiarios activos de esta fundación que tiene el club tibaseño, en donde niños y jóvenes se involucran en el deporte, para mejorar sus vidas.

El viernes anterior, se celebraron 10 años de la fundación y Castro fue uno de los casos de éxito de esta organización. El muchacho de 15 años estudia en noveno año y contó que una vecina invitó a su mamá para que Sebas se incorporara a la organización y así practicar el deporte que más ama.

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“Estar en la fundación me ha ayudado con los entrenamientos, vamos a entrenar cada 15 días y soy feliz de jugar en este deporte. Gracias al fútbol logro despejar mi mente, ser más disciplinado”, dijo Sebas, quien entrena en la cancha de Llorente de Tibás.

Su mamá, Francine Araya, recalcó que el apoyo de la fundación es importante, porque así su hijo se dedica a un deporte y también se refuerzan en él los valores.

“Desde pequeño le encanta el fútbol y su sueño es llegar a ser futbolista, son cosas que tenemos que ver en el camino, se requieren de muchas cosas para lograrlo”, expresó.

Acuerdo

Ese día, en la conmemoración del aniversario de la Fundación Saprissa también se firmó un acuerdo de cooperación con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Con este convenio, ambos partes se comprometieron a promover y desarrollar los programas “Valores Saprissa” y “La Jugada de sus Vidas” para niños y adolescentes, a través de los Espacios Seguros impulsados por Unicef, Pani y otros socio.

“Unicef y Saprissa unirán sus esfuerzos para impulsar campañas para recolectar fondos de la afición morada para llevar estos programas a las comunidades y a la niñez y adolescencia más vulnerable del país”, informó el club.