Vanessa Jiménez salió el lunes de Sitio Hilda, en las cercanías del cerro Chirripó, para poder ver la gran final entre Herediano y Alajuelense, este miércoles.
La joven indígena cabécar es aficionada al Herediano, y fue invitada por el club rojiamarillo para ver la final. Ya había venido a ver la semifinal de vuelta ante Saprissa, juego que ganó el Team 2 a 0, aunque perdió en el marcador global.
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“Fue demasiado complicado, como siempre el clima era malo, con lluvia, tenía que cruzar demasiados ríos, para ver al equipo que no tuvo niñez, que nació grande y estoy feliz de ver a mi club en la final”, explicó.
El sacrificio de la muchacha valió la pena, según sus propias palabras. “Siempre he dicho, uno ama estos colores y debe ir a donde sea, levantar la voz de que soy herediana hasta la muerte”, confesó.
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La joven ya empieza a ser conocida entre los aficionados y en plena entrevista, un hombre la interrumpió para pedirle un selfie y la felicitó por su ejemplo.
“Estoy feliz de la vida, es una nueva experiencia”, expresó mientras explicaba que la mayoría del pueblo es florense.
“Gracias a los heredianos, estoy contenta. Don Jafet me volvió a invitar y mi objetivo es ver a mi equipo ganar la 31″, dijo.