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La crisis de Alajuelense no es solo cuestión de entrenador

Falta de experiencia de la directiva y bajo rendimiento de los jugadores forman parte del mal momento manudo

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Alajuelense fue noticia por el despido del técnico manudo Nicolás dos Santos la mañana de este lunes, y después de la 1:30 p.m. se anunció a Luis Diego Arnáez como entrenador y a Fernando Sossa como asistente.

"El Flaco" es el sexto técnico en apenas un año y cuatro meses de la presidencia de Fernando Ocampo en la casa manuda.

Con la salida del charrúa, se ratifica aquello que lo más fácil es cortar siempre por lo más delgado, es decir, la cabeza del entrenador; sin embargo, si se analiza a fondo, hay otros aspectos que explican la crisis manuda, club que lleva cuatro años y cuatro meses sin ser campeón y está a punto de terminar su noveno torneo consecutivo con las manos vacías.

Cuando Fernando Ocampo llegó a la Liga, en diciembre del 2016, la ilusión del aficionado creció ante la salida de Raúl Pinto, quien les dio cinco títulos como presidente, pero en sus últimos tres años como dirigente no ganó un campeonato y tuvo cinco técnicos en dos años.

Sin embargo, Ocampo no tiene conocimientos futbolísticos, dejó toda esa función en Pablo Nassar, quien no duró nada en la directiva ni en la gerencia deportiva.

Ocampo quiso deslumbrar y pese a que le había dado su apoyo al técnico Guillerme Farinha, no habían pasado ni 20 días en su cargo de presidente cuando lo despidió y apostó por un técnico como Benito Floro, quien hace años no hace nada en el mundo del fútbol.

Con Benito no clasificaron a ninguna cuadrangular y ante su salida, dejaron a Wilmer López como interino, alguien que tampoco clasificó a los manudos a la fase final.

Don Fernando quiso contratar al colombiano Jorge Luis Pinto, pero el cafetero le dijo que no, por lo que debió fichar en carrera a un Rubén Israel, que no duró ni 15 días en el cargo y se fue por un aparente problema de salud.

De ahí que no le quedara otra que dejar a Nicolás dos Santos, preparador físico de Israel, al que despidieron este lunes, después de poco más de tres meses en el cargo.

Los compañeros de directiva de Ocampo tampoco tienen experiencia en temas deportivos y fue hasta enero de este año cuando contrataron al exjugador y técnico Javier Delgado como gerente deportivo. Sin embargo, es muy pronto para medir la influencia de Delgado, quien solo tuvo que ver en la contratación del panameño Abdiel Arroyo, delantero que solo jugó 101 minutos en lo que llevamos de torneo.

A Ocampo hay que sumarle que en su mandato ha contratado a 24 futbolistas, en menos de año y medio en el cargo.

Ocampo ha intentado poner mano dura en un camerino de Alajuelense donde se habla de un sindicato que hace y deshace a su antojo; sin embargo, ha quedado debiendo en la toma de decisiones.

Un caso de eso fue el regreso de Christopher Meneses, el pasado 27 de diciembre, luego de poco más de un mes de haberlo despedido como parte de la limpia hecha tras no clasificar a la cuadrangular.

Su bajo rendimiento deportivo, así como comportamientos personales que no ayudaban al buen ambiente del equipo, formaron parte de los aspectos para decidir su salida, pero una vez más, la dirigencia puso toda la expectativa en contratar al lateral izquierdo Waylon Francis.

Francis dijo no y no les quedó de otra que improvisar y traer a Meneses de vuelta, un jugador con rendimiento irregular, protagonista el pasado 22 de abril en los tres goles que Saprissa le anotó a la Liga y expulsado este domingo, en Guápiles, en una jugada que terminó en el gol del triunfo guapileño.

Unido a eso, hay jugadores como el volante José Luis Cordero, de quien se dice divide el camerino y aunque se suponía que los manudos no lo renovarían, a finales del año pasado le ampliaron el contrato por dos años y en este campeonato parece que la Liga juega con un jugador menos cuando él está en la cancha.

Incluso cuando José Giacone, técnico del Municipal de Pérez Zeledón, salió de la Liga en agosto del 2016, reveló que el camerino manudo estaba podrido y era promocionado por el expresidente Raúl Pinto, algo que parece sigue sin cambiar.

Pese a que ha dejado los berrinches, ha mejorado carácter y suma 16 goles en el actual torneo, Jonathan McDonald le falla al equipo cuando más lo necesita.

Su más reciente situación sucedió el pasado 22 de marzo, en el clásico ante Saprissa, cuando fue expulsado por majar al morado Henrique Moura, en una falta que el mismo delantero reconoció, y por el que lo sancionaron dos juegos.

El problema en la Liga es que algunos integrantes del equipo manudo, como el directivo Federico Calderón, insinuaron que la falta pudo haberla sufrido el brasileño en otra jugada.

Esas declaraciones fueron criticadas por aficionados en redes sociales, porque consideran que justificar lo injustificable no le hace bien al jugador ni al mismo equipo, al que a veces se le pasa mano cuando no reconoce sus errores, algo vital para poder mejorar.

La ausencia de McDonald pesa en el equipo rojinegro porque cuando no juega, el delantero catracho Roger Rojas se ve muy aislado y solo en delantera.

Además, trajeron jugadores como el delantero panameño Abdiel Arroyo y ni chance de jugar ha tenido, donde suma 101 minutos en cuatro juegos.

Pese a que Wilmer López y Cristian Oviedo, exjugadores e ídolos manudos llevan años trabajando en la casa manuda, su trabajo ha sido cuestionado, especialmente porque eran los asistentes técnicos de Dos Santos pero no se veía que influyeran en las decisiones o que hicieran su trabajo a cabalidad.

Muy pasivos, casi como que la cosa no era con ellos, así se les vio en estos casi cuatro meses en que el charrúa fue el técnico rojinegro, pese a que López aseguró que sí hacían su trabajo pero que la decisión final la tomaba don Nicolás.

"Es que es clara la posición de uno: asistente. No somos los entrenadores, la decisión final la toma el entrenador. Somos dos ojos más, dos oídos más, analizando y sugiriendo, pero la decisión final sobre lo que se da es del entrenador. Es muy claro el rol que tenemos, tanto yo como Oviedo”, explicó Wílmer a La Teja la semana pasada.

Karol Espinoza

Bachiller en periodismo y licenciada en Comunicación de Mercadeo. Periodista de Deportes con más de 14 años de experiencia. Integra La Teja desde setiembre del 2006.

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