Se motivó el equipo de Wálter Centeno en la víspera del Día de la Madre y se convirtió en una maquinita de hacer goles.
Así derrotó a Jicaral 4-0 y el equipo visitante de fijo recordará siempre esta primera vez en la Cueva.
Los jicaraleños no dieron pelea en ningún momento. La defensa fue un coladero y eso que ya estaba ahí poniendo orden Adolfo Machado, quien regresó a Tibás y se llevó una dolorosa paliza.
Fue la noche perfecta para los morados. Después de ganar el clásico, golear de esta manera hará que los fiebres saprissistas se inflen de orgullo y vayan a visitar o salgan a pasear con su mamá con la chema del Monstruo puesta.
Muy rápido comenzó le presión patrocinada por Paté y más de uno se alegrará doble del triunfo porque en el banquillo del frente estaba Jeaustin Campos.
Al minuto 5 el primer aviso lo dio Rándall Leal, quien pateó con la derecha y la bola llevaba veneno, pero Luis Gabriel Alpízar tapó perfectamente.
Cuarenta segundos después el portero visitante volvió a lucirse porque lo tenían a pura metralla, y esa vez fue Michael Barrantes quien lo fusiló pero no lo derribó.
Alpízar no podía solo y al 25 cayó el primer golcito. Marvin Angulo se tuvo fe y tanta que hasta mandó un centro con zurda, que le cayó a Suhander Zúñiga y este no perdonó y le dio de cabeza ante la floja marca rival.
Suhander se puso el overol de goleador ante la ausencia de Manfred Ugalde por sanción y siete minutos después firmó su doblete. Esta vez el que lo asistió fue Christian Bolaños, que puso un centro con mucha clase, desde el costado derecho lanzó al segundo palo, y otra vez con su cabeza Zúñiga vacunó con el dos por cero.
Apenas al minuto 35 en la primera parte Jeaustin tuvo que mover fichas. Sacó a Daniel Villegas y metió a Sergio Córdoba para ver si solucionaba algo en la media cancha porque lo estaban desbaratando.
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Córdoba apenas se estaba acomodando cuando le tocó ver de cerca el tres por cero que les metían.
Esta vez el anotador fue Johan Venegas. El Cachetón aprovechó una defensa totalmente partida y un gran pase de Suhander para irse, enfrentar a Luis Gabriel y tocarle perfectamente la bola cuando el arquero intentó achicarle el marco.
Ya el partido no era fiesta, se había convertido en carnaval y para terminar de hacerla, en el primer tiempo, cuando el reloj marcó los 45 minutos, llegó el cuarto.
Un justo premio para Bolaños, que se fue y entrando al área la tocó con Leal, Randall sin egoísmo se la devolvió para que matara y así lo hizo, porque con un toquecito elegante “Bola” la mandó a sacudir las redes.
Acto seguido, lo mejor que podía pasar para Jicaral era que el árbitro pitara el final del primer tiempo.
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Cierre digno
En la segunda parte Jicaral salió con ganas de hacer un cierre digno y como era de esperar, el Monstruo ya tenía la victoria en la bolsa y era mejor pensar en el duelo del sábado ante Cartaginés.
Incluso al minuto 53 se fue en un contragolpe Jefry Valverde, pero cuando entró al área el volante nunca encontró el camino y le costó un mundo patear y cuando parecía que lo iba a lograr tenía a la defensa encima.
Llegaron más los jicaraleños al área tibaseña, pero nada fuera de lo normal.
El Monstruo también tuvo algunas opciones, entre ellas unas de tiro libre, para aumentar el marcador pero quedaron en la barrera.
Paté no se anduvo por las ramas y aprovechó. Le dio minutos a Jordan Smith, a Jean Carlo Agüero y a Esteban Rodríguez, que entraron de cambio para refrescar porque ya Ricardo Blanco, Michael Barrantes y Johan Venegas podían decir “misión cumplida”.
Ya tal vez también resignado, Campos mandó al salvadoreño Lester Blanco para que se soltara en los últimos cuatro minutos. Blanco apenas debutó la jornada pasada en el fútbol tico.