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Leonora Jiménez: así se reconstruyó y dio vida al Gran Fondo Andrey Amador

Leonora Jiménez y el cilista Andrey Amador hicieron una yunta muy exitosa que tiene ya todo listo para el Gran Fondo del 2023

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Cuando muchos en Costa Rica oyen el nombre Leonora Jiménez piensan en la modelo, las pasarelas y posiblemente en una mujer que no se ensucia ni una uña.

Pero no es así. A la rubia de 39 años se le puede ver sobre una bicicleta, llena de barro, soportando caídas y dándolo todo en eventos tan rudos como la Ruta de los Conquistadores, la cual completó en el 2018.

A inicios del 2020 la vida la golpeó, en enero tuvo un accidente esquiando en Estados Unidos que la alejó de la bici y de hacer deporte, algo que le bajó el ánimo.

Meses después, a consecuencia de la pandemia de coronavirus, sus negocios y eventos se vinieron al suelo; quedó sin trabajo y tuvo que ponerse a pensar qué hacer.

Con mucha pasión

Pero a Leo le llegó una luz y trasladó su pasión por la bici y el ciclismo a armar un evento top a nivel nacional; así extrañaría un poco menos el no poder pedalear por su cuenta y podría volver a la organización de eventos, solo que en el deporte.

Y se consiguió un socio de lujo, Andrey Amador, el mejor ciclista de la historia del país y una figura élite mundial, para hacer lo que en febrero del 2023 tendrá su segunda edición: el Gran Fondo Andrey Amador.

“Siempre me ha gustado romper etiquetas, creo que esa es la única cosa que lo hace a uno crecer. Cuando estuve narrando el Mundial de Sudáfrica 2010, en Teletica, llegaba a mi casa llorando por los comentarios que hacía la gente”, recuerda Leonora.

“Primero decían que yo no sabía nada y cuando demostré que sí sabía lo suficiente, decían que seguro tenía un aparato en el oído donde me decían todo. Siempre he sido muy fan de los deportes. tengo mucho más afinidad con los hombres que con las mujeres y el fútbol siempre me ha encantado y del ciclismo me enamoré recientemente”, nos contó.

“Me gusta sentirme incómoda”

Hacer una producción de moda y de deporte para ella es lo mismo, al Fashion Week y al Gran Fondo los cuida exactamente igual.

“Me gusta sentirme incómoda y también demostrarle a la gente que esas ideas que tal vez existen de mí no son ciertas. Al principio no fue fácil combatir con eso, incluso empecé a tocar puertas en la parte de ciclismo, un medio muy machista; fue difícil, pero me obligó a mostrar mi mejor versión y eso siempre tiene buenos resultados”, añadió.

Dice que las dos razones por las que el Gran Fondo existe no son ni lindas, ni positivas, porque tienen que ver con experiencias duras; lo bueno es que en ellas encontró la materia prima para construir algo nuevo.

“Para mí hacer bici es lo que más amaba, más que trabajar, más que modelar, más que cualquier otra cosa que he hecho en mi vida, me enamoré de esto. La lesión para mí fue tan doloroso, y además lo viví en época del covid, cuando tenía mis empresas cerradas y en una situación económica superdifícil”, dice.

Otra sorpresa. Uno de los primeros sorprendidos de lo que podía aportar su socia en el ambiente del ciclismo fue Andrey.

“Cuando uno la vio a llegar a ella lo primero que uno dijo fue ‘¿a usted qué se le perdió en el ciclismo?’; normalmente somos un sector que los que estamos es porque siempre hemos sido ciclistas o del ambiente y, lamentablemente, como dice Leo, es un deporte con cierto machismo, tendencia que por dicha se ha ido rompiendo poco a poco”, afirma Amador.

Una gran sorpresa

Metido en ese mundo de las bicis, Andrey vio a Leonora en la Ruta, en la que mostró buen rendimiento; quedó claro que no iba a pasear, ni a tomarse fotos o a mostrarse en una bici.

“Le fue superbién, ahí es donde uno vio que tomó esto en serio. Yo sigo las carreras nacionales y me llamó la atención verla ahí, desde ahí empezó un poco el contacto y después estuvimos hablando de lo que se podía hacer”, cuenta Andrey.

“Creo que cualquier evento, ya no solo en ciclismo, sino en cualquier ámbito, maratones, triatlones y otras cosas, lo bonito es que para el país traen cosas muy positivas. Algunos lo ven solo como una actividad de lucro y no se dan cuenta de todo lo que se puede invertir y beneficiar en un proyecto así en lo social y en lo deportivo”, añadió.

La unión de Leo y Andrey, además de ofrecer un evento de gran calidad, como se vio en la primera edición del Gran Fondo, es un recordatorio de que rendirse nunca es una opción.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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