Liberia es pura vida, es pura fiesta, es de primera división

¡Liberia es de primera división! El equipo de la Ciudad Blanca logró su ascenso tras derrotar este sábado en la noche 2 a 0 a Escorpiones, en el estadio Edgardo Baltodano, e imponerse en el global 2 a 1.

Los goles fueron obra de Jaime Rosales al minuto 37 y del incansable Raúl Vidal al 80′.

La Ciudad Blanca se fundió en un solo abrazo con el resultado. Los aficionados en el estadio y en el parque Central, donde siguieron el partido en pantallas gigantes, fueron una sola voz ante el ascenso a la máxima categoría.

Fue un justo ganador ante un rival incómodo, que nunca se dio por vencido y obligó a que los locales tuvieran que darlo todo para lograr el campeonato. El ascenso se dio bajo la cabeza del técnico Minor Díaz, quien el año pasado también ascendió al otro equipo guanacasteco en la primera, la ADG.

Era un ambiente de final, con el estadio lleno y la motivación de los liberianos, que eran mayoría, al tope, además, con dos equipos dispuestos a dejarlo todo.

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La afición tuvo su espacio y le dio rienda suelta a las emociones antes del partido, pero no contaban con que Escorpiones iba a resultar un rival tan duro.

El partido fue bravo, duro, complicado para ambos, pero sí hubo emociones, pues más allá del cuidado defensivo de ambas oncenas, hubo un espíritu ofensivo importante. Eso hizo que el juego fuera entretenido, sin que eso signifique que las llegadas llovieran.

Liberia se vio mejor al principio, motivado por el impulso anímico de su afición y en las primeras de tanteo, al minuto 8, José Ignacio Gómez pegó un cañonazo en el vertical de mano derecha del portero Ricardo Montenegro.

Los locales encimaron y sometieron a Escorpiones a un intenso dominio que los belemitas soportaron con hidalguía, hasta que por ahí del minuto 20, se sacudieron del dominio, tomaron la bola y las acciones pasaron al otro marco.

Al minuto 26, Greivin Fonseca puso de cara al gol, con exquisito pase, a Rodolfo Montiel, pero el delantero definió muy mal. Era una gran opción. A partir de allí, la visita empezó a tomar confianza.

Pero en un contragolpe, cayó el gol de los locales. Raúl Vidal, de espaldas a marco, recibió un balón rastrero y, de seguido, abrió por la izquierda, donde estaba Wálter Chévez.

El hábil delantero avanzó hasta el área, hizo la pausa y vio que Jaime Rosales llegaba solo. Se la puso, este recepcionó y le metió un cañonazo imposible para Ricardo Montenegro.

La locura en el Edgardo Baltodano volvió a hacerse presente, pero antes del cierre de la inicial pasaron un susto, cuando Verny Scott se la dio a Mynor Escoe, pero cuando iba a rematar lo trabaron. La pelota cayó en el Vidal de Escorpiones, Rodolfo, quien pegó la bola en el poste de mano izquierda de Sánchez.

En el complemento, el partido siguió con mucha intensidad, pero el ingreso de Esyin Cordero en Liberia le dio más movidad al equipo, de hecho, al 49′, en una gran jugada, se sacó a dos rivales de encima dentro del área, pero su remate salió ligeramente desviado.

Conforme avanzaban los minutos, la gente en las gradas se impacientaba, pues la posiblidad de los penales era latente y Escorpones era peligroso.

Aún así, Raúl Vidal casi pone el segundo al 55′, al aprovechar un error en salida de los belemitas, pero su remate cruzado y bien intencionado, salió desviado.

Liberia intentó con otros remates y hasta tuvo un penal en el minuto 78, que Wálter Chévez ejecutó muy mal y el portero Montenegro lo atajó. Hay que decir que no era penal, pues la acción fue fuera del área.

Sin embargo, al 80′, Vidal fue habilitado y esta vez sí pudo marcar ante el achique de Montenegro, que unos segundos antes de arrancar con todos, se resbaló.

El gol provocó la explosión de júbilo en el Edgardo Baltodano, que veía que el sueño de jugar en la primera división se hacía realidad, eso sí, ante un aguerrido equipo de Escorpiones, que vendió cara su derrota.