Con una ventaja de 3-1 en las finales, los Lakers de LeBron James pueden proclamarse este viernes campeones de la temporada más atípica de la NBA.
El cuadro de Los Ángeles solo debe derrotar una vez más a los Heat de Miami, liderado por Jimmy Butler.
El quinto partido de las finales, en la cancha de Disney World (Orlando), será la primera de las tres oportunidades de las que disponen Los Lakers para conquistar su título número 17, que igualaría el récord de sus rivales históricos, los Celtics de Boston.
Un campeonato que no se parece a ningún otro, marcado por tres grandes momentos: la pandemia del coronavirus que suspendió la temporada durante cuatro meses y obligó a retomarla bajo aislamiento, por la intensa lucha contra las injusticias raciales y por la muerte de la leyenda Kobe Bryant, de la que Los Ángeles no se ha recuperado todavía.
Por todos estos aspectos, LeBron James admitió que este año ha sido el más difícil de su carrera.
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A pesar de eso, el alero de 35 años impulsó a los Lakers a superar todos estos retos hasta ponerse a las puertas de su cuarto anillo con tres equipos diferentes, después de los conseguidos con Miami (2012 y 2013) y Cleveland (2016).
James y el escolta Danny Green, que alzó títulos con San Antonio (2014) y Toronto (2019), podrían unirse al exclusivo club de campeones con tres franquicias diferentes, que solo tiene como miembros a Robert Horry y John Salley.
‘King James’, que se siente en una misión por los Lakers, por Kobe y por él mismo, aseguró tras el triunfo del martes que no descansará, literalmente, hasta cumplirla.