Las rancheras, los tacos, el picante y el órale güey abundan en el camerino del Club Sport Herediano, desde donde esperan que este martes el Tri salga victorioso en su visita al Estadio Nacional, por la hexagonal final de la Concacaf rumbo a Rusia 2018.
Dos de sus delanteros, Luis Ángel Landín y Julio Cruz, provienen de tierras aztecas y esperan que su compatriotas saquen caja ante la Sele, en este caso el amor por su patria puede más que el agradecimiento que sienten por el buen trato que les dan en Costa Rica.
Para ambos jugadores, será la primera vez que su selección visite suelo tico desde que viven en el país, lo que los emociona un poco al tenerlos más cerca.
En el caso de Landín, la identificación por la camiseta verde va más allá que la de un mexicano cualquiera, dado que es una chema que tuvo la oportunidad de defender en el pasado, aunque su paso por el Tri no fuera muy extenso.
La Copa América del 2007 en Venezuela, así como algunos amistosos en el 2008 fueron su oportunidad para defender su país en la cancha. Durante ese paso nunca enfrentó a la Sele.
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"Al mexicano le quedó muy marcado el famoso aztecazo, afición, jugadores, eso avivó la rivalidad, siempre que vas a enfrentar a Costa Rica es en lo primero que piensas. Costa Rica ha ido mejorando, ahora son partidos muy complicados", indicó Landín.
Luis Ángel, considera que ese partido cambió un poco la cara de la rivalidad entre ambos países, porque si ya los derrotamos una vez, podía suceder perfectamente otra vez.
"Hoy en día los mexicanos en general sabemos que Costa Rica es una de las selecciones fuertes de Concacaf junto a Estados Unidos. Ahora se le ve diferente. México se dio cuenta que antes presupuestabas tres puntos con algunas selecciones del área, pero ahora no es el caso, hay que jugar al máximo para ganarles", comentó el goleador rojiamarillo.
Landín se tirará la mejenga en la casa junto a su esposa Viriliana Fernández y sus hijos Luis Ángel y Valentina, en una especia de fiesta mexicana, en la que harán comida azteca y se sentirá el fervor por el Tri.
Probablemente Cruz, con quien sostiene una muy buena amistad, los acompañe, dado que la familia del también atacante aún no está en Costa Rica, llegarán dentro de un mes.
Apuesta al empate
México esta vez llegará al Estadio Nacional con el boleto al mundial asegurado, situación muy distinta a su última visita a suelo nacional, cuando cayó derrotada y fue un triunfo de Estados Unidos en Panamá lo que les permitió ir a pelear el repechaje, por eso Julio está más tranquilo.
"Creo que va a estar muy cerrado, Costa Rica va salir a proponer y México tiene que estar muy bien parado, veo un partido muy parejo que puede terminar empate. Acá cuesta mucho jugar por la gente que se mete tanto con su equipo, tienen muy buenos jugadores que han crecido bastante", comentó el jugador de 22 años.
A Cruz le gusta mucho el ambiente que ha sentido estos días previo a la mejenga, porque dice es muy parecido a como se vive en su país.
"Se vive de manera muy parecida por el tema de pasión, ambiente y fútbol, es un lugar muy futbolero también, no se nota mucho la diferencia, además, el nivel de los equipos se ha emparejado", explicó Julio.
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El atacante considera que este equipo es diferente al que sufrió tanto en la eliminatoria pasada, sus individualidades han mejorado y están mejor entonados.
Además, Cruz tiene algunos conocidos en el equipo verde, como Irving "el Chucky" Lozano, Erick "el Guti" Gutiérrez y César Montes, con quienes coincidió en selecciones menores y en clubes del balompié azteca.
"A veces me parece que México se desordena mucho por tratar de ir al ataque y los jugadores de experiencia ticos pueden aprovechar eso, en esas salidas donde el Tri quede mal parado es donde Costa Rica puede marcar la diferencia", aseguró el delantero florense.
Cruz está feliz de la vida en Tiquicia, donde se siente muy a gusto desde que llegó el torneo anterior para jugar con Belén FC, pero a la hora del partido todo ese cariño quedará de lado para que cada uno pelee por lo suyo y ver que grito se oye más fuerte.