El extécnico del Deportivo Saprissa Mauricio Wright confesó que la relación con el gerente deportivo del club, Ángel Catalina, se fue deteriorando luego de algunos empates y con el paso del tiempo, el español se mostró grosero y le faltó el respeto.

Wright habló largo y tendido el martes por la tarde con el periodista de TD Más Randall Vargas, a quien le contó lo que pasó en las últimas semanas, mientras dirigía al campeón nacional y aclaró que nunca tuvo problemas con los jugadores.

La entrevista fue replicada por ESPN Costa Rica y de ahí tomamos las fuertes declaraciones del exdefensor.

El entrenador se mostró sorprendido por la forma en la que lo echaron y a la vez se siente tranquilo, por lo que logró con el club morado desde abril, cuando llegó de forma interina.

“A Marco (Herrera) hay que dejarlo fuera de todo eso. El martes me dijo ‘Mauricio, me siento mal’, yo le dije ‘tranquilo, me vine solo y me voy solo’”,

—   Mauricio Wright, extécnico de Saprissa

“El plan original siempre fue un extranjero, tal vez yo no siento que estuve de paso, siento que se trabajó a la altura, equilibramos mucho al equipo, mucho juego, empezamos a dejar el arco en cero, a no recibir tanto gol de táctica fija, había enderezado mucho la barca, faltaban cosas, pero siento que se trabajó bien”, expresó.

Tranquilo

Mauricio dice sentirse triste por la forma en la que se dio su salida, pero recalcó que la vida continúa.

“Anoche (lunes) cuando el gerente me puso un mensaje, que si podía llegar un poco más temprano el martes. Uno está viejo y le dije a mi esposa que sentía que no era para nada bueno.

“Me presenté normal al día de entrenamiento y me llevo la sorpresa del despido, pero sorpresa no es porque se me pueda destituir, el trabajo era bastante serio, profesional, sino porque soy un técnico cesado, con dos torneos (títulos), que dejó al equipo clasificado y es un poco molesto la forma en cómo se da la situación”, dijo.

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El entrenador recordó que en algún momento, la figura de Catalina como gerente deportivo fue de facilitador y trabajaba de forma básica con lo que le pedían.

“Mientras el equipo estuvo en una situación buena en lo deportivo, yo le decía a Marco (Herrera, asistente del equipo) que me inquietaba que no hablaba, no decía nada. Yo decía ‘de las aguas mansas líbrame’ y uno empieza a medir, le preguntaba ‘¿querés decir algo?’ y me decía que no.

Wright contó que luego de los empates ante Jicaral y Guanacasteca, el carácter del europeo cambió radicalmente y empezó a ver un comportamiento diferente en él, más agresivo.

“(Catalina) fue muy cambiante, muy chocante en la forma de cómo se presentaron las cosas. Un día me faltó el respeto, yo pensé que era que estaba muy disgustado, era la primera vez que pasaba y yo se lo comenté a los demás compañeros del cuerpo técnico.

“Esa primera vez estaba muy ofuscado, me fui a la conferencia de prensa, regresé y le pregunté si me tenía que decir algo y me dijo no, pero ya habíamos tenido un par de resultados incomodillos, ya le estaba incomodando”, destacó.

Color de hormiga

El exdefensor añadió que la cosa se puso fea para el juego contra el Comunicaciones, del 21 de octubre.

“Antes de ese juego ya sentía la cosa, sentía el ambiente complicado y lo que hice fue cenar fuera, quise evitar problemas porque yo me conozco, sé mi carácter y preferí mantenerme ahí. Yo sabía que no podía salir mal de Saprissa, faltarle el respeto a este señor.

“Poco a poco se iban dando ciertas cosas del comportamiento inicial de él, tampoco era que nos daba mucho apoyo, porque no nos hablaba mucho, pero sí nos quiso dar herramientas positivas, hablamos con un profesional de España, don Ángel, nos daba trabajos muy buenos y siempre estuvimos dispuestos a aprender, me gusta desarrollarme y quiero ser mejor y hasta ese momento no hubo problemas con el señor”, manifestó.

A Wright se le subió el apellido luego de una llamada que duró más de una hora y se le tuvo que plantar a Catalina.

“Luego de algunas situaciones hubo una llamada telefónica, muy extensa, en la que me dijo cosas y yo tuve que pararme como soy yo, y tuve que decirle un par de verdades, también. Lo que empezó como una conversación se convirtió en una discusión bastante fuerte, me gritó y demás.

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“Cuando llegamos a Comunicaciones de visita (3 de noviembre) ya estaba friccionado el asunto y una de las cosas que me molestó fue que le dije que a nuestros jugadores hay que saberles llegar, sacarles lo mejor y me dijo que él ya había escuchado esa historia, que él no creía en nuestra idiosincrasia porque nosotros no íbamos de frente, pero me parece que no podía decir eso porque viene llegando y me molestó mucho eso y le contesté frontal”, le contó Wright a Vargas.

El entrenador aprovechó el espacio para aclarar su relación con los jugadores.

“Los jugadores están dando todo, estoy superagradecido con los muchachos. No hubo un problema directo con un muchacho, se hablaba muy puntual de las cosas que se necesitaban, un día antes de mi despido hablé con el grupo y les dije que hicieran las cosas para convencer al público, a sus familias”, recalcó.