Tras vivir momentos de zozobra sobre su futuro futbolístico, Miguel Ajú encontró una luz al final del túnel: el arquero, de 25 años, quien en el torneo de Clausura defendió los colores del Santos, tiene una nueva oportunidad en la Liga de Ascenso.
El jueves anterior, el meta firmó con la Asociación Deportiva Sarchí por el próximo año y el espigado arquero está feliz de la vida, porque espera encontrar regularidad y que esta oportunidad le abra otras puertas.
Miguel conversó con La Teja y contó que está feliz por volver a tener trabajo y habló sobre la situación del equipo caribeño y lo que representa el jugar con el equipo que tienen a cargo los exmanudos Josef Miso y José Miguel Cubero.
LEA MÁS: Jugador del Santos confiesa las angustias que viven en medio de la polémica que ronda al club
“La verdad estoy muy feliz, primero por tener trabajo, que es lo más importante, porque ha sido complicado, ha sido una situación difícil, venía prácticamente de varias semanas de vacaciones, porque en Santos firmé por 6 meses.
“Hace una semana comenzaron las negociaciones con Sarchí, conversé con José Miguel y con Josef, les conté de mi situación y me llegó una oferta de ellos y la acepté, no lo pensé mucho porque en la primera hay una situación compleja, todos los equipos están llenos y me llegaron algunas ofertas, tenía la posibilidad de irme a Guatemala, pero no se concretó”, afirmó.
Ajú recalcó que muchas personas lo acompañaron en este proceso y está más que agradecido porque en este tiempo hubo ángeles que le ayudaron a no caer en medio de la incertidumbre.
“Primero tengo que agradecerle a Dios, luego a mi familia, a mi novia, a mi mamá (Ana Oliva Ajú), a mi coach David Wais, a mi sicólogo Christian Rodriguez, a mis representantes Kurt Morsink y Diego Fernández.
“Hay otras personas que también me echaron el hombro, como don Josef, Luis José Herra, Jesús Meza, Wardy Alfaro y Olger Angulo y Rafa, que también me acompañaron y gracias a ellos me mantuve activo y preparándome para llegar a un nuevo club”, detacó.
Incertidumbre
- ¿Cómo fueron los días en los que no sabía de su futuro?
De mi bolsa le pagué a un entrenador de porteros, a quien le agradezco, porque tiene su trabajo y sacó tiempo para ayudarme y también a Luis José Herra, porque me abrió las puertas en su cancha de fútbol 5, en barrio San José, para poder entrenar.
Estuve sin salario por mes y medio y también debía ver por mi salud mental y tengo personas vitales en mi vida que me han acompañado en estos días.
- Usted siempre habla de la importancia de su salud mental
Para mí esto es vital, tal vez para muchos profesionales es un tabú, porque creen que por estar con un coach y con un sicólogo piensan que estoy loco y no es así. A veces uno necesita una herramienta para plantearse objetivos, hábitos y todos esos elementos que ellos me dan para yo tener paz y paciencia en esos momentos.
No te voy a decir que es fácil porque no lo es, fue complicado y tampoco me gusta me vean como pobrecito, es tener persistencia. Además, tengo a una gran madre, a mi pareja (se reserva el nombre), me quito el sombrero con ella, llegó a sumar a mi vida.
LEA MÁS: Campeón con Alajuelense regresaría al país para jugar con otro club grande
- ¿Qué sabe de la situación de sus compañeros?
Contando a jugadores y personal de Santos y Guanacasteca son como 60 personas y ha sido muy duro. Yo no tengo hijos, pero tengo una responsabilidad, que es mi casa y hay compañeros que se pusieron a trabajar en otra cosa.
A veces la gente se confunde y cree que los futbolistas somos millonarios y no es así. O sea, es un trabajo que amamos y honestamente ha sido muy complicado para todos. No es ninguna mentira de que a los equipos se les fueron los patrocinadores, no generan ingresos, entonces los afectados no somos solo los jugadores, sino también entrenadores y personal de las áreas administrativas. Yo conseguí un equipo, gracias a Dios, pero sé de gente que aún no lo logra.
- ¿Qué le puede aportar a un equipo como Sarchí?
Siempre trato de tomar las cosas muy positivas y tal vez para mucha gente puede ser un retroceso, para algunos me voy a perder o algo así y la verdad es que no. Creo que tengo la mentalidad en que si tengo que volver a mis a mis inicios, pues lo voy a hacer.
Ya estuve en segunda, jugué en Santa Ana, jugué en Rosario Naranjo, jugué en el 11 de abril en aquel entonces y llego a un equipo en donde confían en mí y volví a segunda por mis capacidades, lo tomo con mucha responsabilidad y con mucha madurez.
LEA MÁS: Santos sigue en su lucha por volver a primera y esto es lo siguiente que hará
- ¿Cómo va el tema del estudio? Sé que le gusta leer
En este momento estudio en el Colegio Calasanz, comencé a estudiar cuando estaba en Alajuelense y ellos me permiten seguir estudiando para terminar mi bachillerato.
Estudio desde la casa y eso me ayuda muchísimo, quiero terminar el colegio para comenzar con la carrera de Sicología, de hecho, en el torneo pasado me perdí un partido muy importante, pero debía hacer unas pruebas y preferí hacer los exámenes, porque eso me va ayudando a asegurar mi futuro.