Cuando leí la nota en La Teja del cambio en la sanción de Alajuelense realmente pensé que había un error, que el periodista Sergio Alvarado se había equivocado al poner que primero se jugaría un partido con 50% menos de aforo, otro con apenas una reducción del 20%, casualmente ante Herediano, y luego dos más con la mitad de la afición.
Pero no había un error, realmente es así, lo que me confirma que nuestro fútbol es un circo.
En La Teja hicimos una nota explicando cómo es que pasó esto y eso solo me dejó más disconforme.
Resulta que el cambio de sanciones o de reglamento fue aprobado por los presidentes de los clubes; en dos platos, los clubes eligen los castigos que tendrán si cometen faltas.
Eso es como si en el trabajo los colaboradores eligieran su castigo si se ausentan sin justificación. Así de ridículo es.
Pero eso no es todo, ahora los castigos son más suaves, porque juegan en su estadio, pero con menos aforo, de 20% a 50%; seamos serios, así juegan todos los equipos de Costa Rica normalmente, sin ser castigados.
Y eso no es todo, los clubes escogen cuál sector del estadio cerrar; ah no, qué castigote. Por favor, no sean tan drásticos con los clubes.
La idea es aplicar una sanción ejemplar para que la falta no se repita.
Ahora vamos con el caso en específico de Alajuelense; resulta que con el cambio de reglamento, de los cuatro partidos de sanción, uno tenía el castigo más suave y vean que suertuda que es la Liga, justo en la fecha que juega con el 20% de aforo le tocó recibir a Herediano. ¡Qué lecheros! Así no van a perder la que significa la segunda mejor taquilla después del clásico.