No queremos basurear el torneo de Copa, que quedó más atravesado que marrano en cocina, pero se debe ser fuerte mentalmente para pasar, mediante la magia de la televisión, del estadio de la ciudad de la Educación en Rayán, Qatar, donde Túnez le ganó a Francia, al Allen Riggioni para ver el triunfo 2 a 1 de Grecia contra la Liga Deportiva Alajuelense.

Es un shock mental. Las dimensiones, el césped, las graderías, los jugadores, la transmisión y, sin embargo, el torneo de Copa sirvió como una especie de entre boca del Mundial, donde el espectáculo se ha hecho presente en muchos de los partidos.

El juego quedó entre los partidos de las 9 de la mañana entre Francia - Túnez y Australia - Dinamarca y los de la tarde, entre Argentina contra Polonia y México - Arabia Saudita.

Pero la Liga y Grecia se entregaron y dieron un lindo partido, porque no podemos ser mezquinos.

En medio de esa cancha suave y con cuatro gatos en la gradería, los jugadores le pusieron bonito y ofrecieron un espectáculo correcto, acorde a lo que tenemos, a lo que podemos esperar del torneo.

No está a la altura del Mundial, porque ningún campeonato en el mundo lo está, pero repetimos, sirvió como un aperitivo futbolístico en medio de los juegos entre los mejores de mundo.

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Explicado el contexto en el que tenemos que escribir la nota, fue un juego bueno, con equipos tirados al ataque y que generaron un montón de opciones.

El goleador del torneo anterior, Fernando Lesme, fue protagonista de primera plana en el partido, con gol marcado y autogol en un juego de mucha intensidad, sobre todo en el segundo tiempo.

La apertura en el marcador fue al minuto 34, en un saque de esquina donde el portero mexicano de Grecia Héctor Lomell despejó, pero la dejó cerca, en el área y Josimar Alcócer la cazó con la derecha y le dio con todo. La intención era que le pegara a alguien y así ocurrió, el goleador paraguayo metió el pie y se fue al fondo de las redes.

Lesme, muy esforzado, se quedó con la espinita y se fue a buscar el gol. Casi lo consigue en el primer tiempo pero el defensa Erick Cabalceta le desvió el remate, al cierre de la inicial.

Remontada

En el primer minuto del complemento, con sangre en el ojo, en un tiro de esquina, el paraguayo ganó el balón y remató, Leo Moreira paró, Lesme atacó la bola, buscó el rebote y logró meterla a pura agallas en el rebote. La cuenta quedó saldada y el fútbol premió el esfuerzo y la lealtad del delantero.

Después de eso, el partido fue un ida y vuelta constante. La tuvo Góndola en la Liga, luego Lesme dos veces, también la tuvo Suárez.

Hasta que llegó el gol de Giancarlo Agüero, al 89, luego de un tremendo cabezazo en un tiro libre.

Los cuatro gatos del Allen Riggioni tuvieron que salir contentos, el aficionado que se tiró el Mundial y el partido de la Liga por tele, no quedó agüevado y más bien quedó como antojado para lo que se venía después, ver a Argentina o a México.