José Mendoza, portero de la selección de Honduras y quien actualmente defiende la portería del equipo Progreso en la primera división de ese país, le comentó a La Teja que el técnico Luis Fernando Suárez es estricto, pero totalmente opuesto a lo que es Jorge Luis Pinto.
Ambos técnicos llevaron a hondureños y ticos al Mundial de Brasil 2014, solo que Pinto destacó al llegar a cuartos de final y Suárez no pasó de la primera fase.
El portero, que llegó a cuartos de final de los Juegos Olímpicos en Londres 2012 bajó la dirección de Suárez, dijo que el entrenador es muy comprensivo. Con Pinto participó en las eliminatorias a Rusia 2018.
Mendoza dijo que el nuevo seleccionador tico es como un consejero para los jugadores, que le gusta resolver los problemas hablando y que no permite llegadas tardías o la indisciplina.
“Él se hace amigo del jugador, pero no esa amistad tipo argollero, sino de la positiva. Habla con el jugador y este le llega a tener la confianza al punto de contarle sus cosas. Tiene una frase: ‘Donde está Dios, hay orden’. Le gusta que lo obedezcan y tiene sus códigos de puntualidad”, contó.
Además, dijo que Suárez es muy tranquilo, bromista y flexible.
“Lo primero es la disciplina, pero sin exagerar. Por ejemplo, hay que ser puntual, insiste en eso. Pero si uno llega tarde no es que lo confronta frente a todo el grupo, sino que se lo lleva a caminar aparte y te pregunta: ‘¿qué te está pasando? Para él es importante llegar temprano y es muy respetuoso”, añadió.
Mendoza recuerda que él llegó tarde en una ocasión.
“Fue a una comida y me dijo: ‘Ojo con eso, te vamos a tocar la bolsa, ven para acá, ¿que está pasando?’. Con solo una vez que lo diga uno le agarra confianza y le cuenta sus cosas”, añadió.
En cuanto a los teléfonos celulares, juegos de mesa o electrónicos Suárez también tiene sus códigos.
“Con los celulares casi no se mete porque respeta mucho, pero insiste en descansar después de las once. Entonces sí puede los limita, igual con el Play Station o los juegos de mesa, naipes y esas cosas”.
“Una vez nos agarró jugando naipes y se puso serio, eran las doce o una de la mañana y nos llamó la atención muy fuerte. Nos dijo que si volvía a encontrar a alguno en eso se iba de la selección. Y entonces nos explicaba: ‘Estaban muy jóvenes, no pueden estar haciendo esas cosas’. Era entendible, son faltas graves y lo advierte”, explicó.
Incluso, en esa ocasión había jugadores de peso, como Jerry Palacios (jugó con Alajuelense) y no le tembló el pulso para decírselo. Hubo una reunión al día siguiente, éramos tres jóvenes y tres viejos, pero fue parejo”, recordó.
El portero también desmintió que Suárez les diga a los jugadores que deben dormir sin ponerle llave a los cuartos.
“Con los grupitos que siempre se hacen, él no tiene problema, pero fomenta la unión. Prefiere que todos coman en la misma mesa, que los jugadores se metan a fondo con el grupo, que haya armonía. Hubo un momento en que mezcló en las habitaciones a los jugadores de experiencia con los más chamacos precisamente para eso”, comentó.
También dijo que sí permite visitas de esposas, hijos o padres, pero siempre y cuando el jugador no sea abusivo.
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“Incluso, él habla con los familiares, los trata de una manera muy cordial. Es una gran persona. Es estricto, pero mantiene una línea muy diferente a Pinto”, añadió.
Fraternal
También le consultamos al periodista del Diario Diez Julio Cruz sobre los códigos disciplinarios que maneja Suárez y confirmó los puntos que citó Mendoza, pero con algunos matices diferentes.
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“No le gusta que los futbolistas tengan el teléfono a altas horas de la noche porque dice que si se quedan viendo mucho tiempo un aparato de esos se les desgasta la vida.
“Igual postura tiene con los juegos electrónicos, que los limita a partir de las once de la noche, igual con los juegos de carta y de mesa. Para él es muy importante que el futbolista esté descansado”, dijo Cruz.
Confirmó que busca que los pesos pesados compartan habitación con los más jóvenes para que no haya divisiones y los trata igual a todos.
“La puntualidad no es negociable, los entrenamientos duran hora, tal vez una hora y media, no como los de Pinto que son más extensos.
“También permite que las esposas visiten a los jugadores, incluso el mismo día del partido o la noche anterior, dependiendo, porque dice que el jugador debe estar tranquilo. Claro, no lo hace todos los días y pone límites”.
Recordó que dejó fuera de la Sele a Jerry Bengston, por un tema de indisciplina y no le tembló la mano aunque fuera el goleador.