Saprissa empezó la tarde de este domingo viviendo una verdadera fiesta por dos motivos: volvía a la Cueva donde no jugaba desde el pasado 11 de mayo y además finalmente se dio el debut de los extranjeros Javon East y Luis Paradela.

La alegría creció cuando Kendall Waston puso arriba al Monstruo en el partido ante Puntarenas con un gran cabezazo, con potencia y picado, imposible para el buen portero Guido Jiménez, al 55′.

Pero un Puerto que nunca bajó los brazos, sumado a un bomberazo del portero suplente morado, Kevin Chamorro, amargaron la tarde de los morados. Yosserth Hernández ejecutó un tiro libre incómodo, al corazón del área, el guardameta salió a cazar mariposas y Krisier Villalobos metió un testarazo que sentenció el 1-1 al 90′+2.

Por eso la fiesta se pasó a la otra acera, la de los chuchequeros, que llegaron en gran cantidad a Tibás.

Con el empate, Puntarenas llegó a siete puntos y sigue líder de grupo B.

“El grupo demuestra carácter de nunca darse por vencido y ahí está el resultado, es un punto muy valioso el que sacamos”.

—  Kevin Sancho, capitán de Puntarenas

Tras el pitazo final, los jugadores saprissistas se le fueron encima al árbitro William Mattus para reclamarle. En esa trifulca, le mostraron la tarjeta roja a Waston y al técnico Jeaustin Campos.

Garra y coraje

Fue un juego muy agradable, con Luis Paradela y Javon East como los hombres más esperados del día. El cubano estuvo inquieto, moviéndose por todo el terreno de juego y fue el mejor jugador de los morados, se nota que será una pieza importante. Pero al jamaiquino le costó más, tuvo un par de opciones que las mandó a las nubes y otra en que no se la pasó a Álvaro Zamora.

Desde el 9 de febrero del 2014 no veíamos un Saprissa - Puntarenas en la Cueva del Monstruo, un partido en que la garra y el coraje siempre han sido protagonistas y este domingo no fue la excepción.

Puntarenas se plantó bonito, le jugó de tú a tú al Monstruo, lo presionó arriba, lo atacó, se defendió con orden y con hormonas, eso hizo que fuera un juego emotivo, sin tantas intervenciones de los porteros, pero dinámico.

Los morados mostraron todas sus armas ofensivas, con el jamaiquino y el cubano en el frente del ataque, incluso en algunas acciones se notó que ambos se entienden bien.

Pero a otros les costó un poco la dinámica, como a Mariano Torres, un hombre fundamental en la generación de juego tibaseño pasó desapercibido en muchos tramos del juego.

Con todo eso, el juego fue bueno porque este Puerto no es nada dejado. Ese Anthony Hernández es un dolor de cabeza e hizo pasar un mal rato a quien se le pusiera en frente. Solo jugó 40 minutos porque se fue lesionado, pero pintaba para ser el jugador del partido.

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Josserth Hernández, aunque lo vimos más metido contra Cartaginés, sin duda también tiene calidad y bien trabajado puede llegar lejos, además, los hombres de experiencia del equipo, como Kevin Sancho, Asdrúbal Gibbons y Jemark Hernández complementan y equilibran bien a un equipo que si mantiene este nivel y orden, dará de qué hablar en el campeonato.

Incluso, el portero Guido Jiménez se ve aplomado y seguro, como cuando le tapó un tiro libre a Torres. Quizás fue lo más peligroso del Monstruo en el primer tiempo y un remate que pegó de seguido Paradela en el área, pero la mandó a las gradas.

Los porteños, cuando llegaron lo hicieron en serio, hasta el árbitro William Mattus no sancionó un penal de Waston sobre Kevin Sancho. Además, armaron un jugadón al minuto 35, cuando pasearon el balón por todo el terreno de juego. Josserth la jugó con Kliver Gómez y este con Anthony que se metió al área y le dio a marco, pero el portero Kevin Chamorro, que sustituyó al lesionado Aarón Cruz, detuvo el disparo.

El pepino desinfló al Puerto por unos minutos y el Monstruo creció y apretó, pero los hombres de Alexánder Vargas pronto recuperaron el carácter.

Eso sí, los porteños no tuvieron tanta claridad porque el esfuerzo físico pasa factura y porque Saprissa los había medido y tomó sus previsiones.

El equipo naranja fue todo corazón, pero Sapri ya estaba bien asentado y, por aquello, Jeaustin Campos pobló el medio campo al poner a hombres como David Guzmán para que controlaran el medio campo, pero en esa tanda de cambios sacó a East y Paradela, una decisión muy criticada por los aficionados morados, especialmente por lo que pasó al final.

La última visita porteña a San Juan de Tibás, aquel 9 de febrero del 2014, Puntarenas se fue con una derrota 2-1, con goles de Ariel Rodríguez y de Manfred Russel para la S, y el descuento fue de Luciano Bostal, pero este domingo la historia fue diferente.