Patrick Pemberton estuvo cerca de cinco años y medio buscando la 30 con Alajuelense, pero ahora que jaló para San Carlos está haciendo todo lo posible por evitar que la consigan.
El veterano portero, de 37 años, se convirtió en el héroe de San Carlos y en el principal responsable de que la mejenga semifinal de ida en el estadio Carlos Ugalde terminara 0-0.
Los aficionados manudos aplaudieron durante 15 años (los que vistió la camiseta rojinegra) las tapadas de Pemberton, pero la noche de este domingo aprendieron a sufrirlas.
Más de uno tuvo que recordar los cinco campeonatos nacionales que consiguió Patrick con los erizos porque en todos fue fundamental.
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Y es que desde que se saludaron los equipos Pemberton fue protagonista, pues se fundió en un abrazo de esos de grandes compas con Jonathan McDonald.
Pero esa amistad se acabó con el pitazo inicial de Juan Gabriel Calderón.
Alajuelense no aguantó nada, entró con todo y ya al minuto dos estaba exigiendo al portero de los Toros del Norte.
El guardameta se la pasó a Carlos Acosta, el capitán se durmió y la bola se le pasó, la recuperaron los rojinegros, se la sirvieron a Marcos Ureña, que se fue solo y no pudo vencer el achique magistral de Patrick, quien detuvo el remate con su mano.
Si Patrick fue el héroe, Ureña fue el villano, porque se dio gusto botando goles, inclusive más claros que el que acabamos de recordar.
Al minuto 8, Pemberton volvió a entrar en acción en dos ocasiones seguidas. Primero se lució con un derechazo de McDonald y como el rebote le quedó a Allen Guevara, también tuvo que levantarse rápido y atrapar la pecosa.
No lo dejaban ni tomar aire. Al 10 Ariel Lassiter probó suerte desde el costado izquierdo, la tiró picada y Pemberton rechazó, necesitó levantarse de inmediato para terminar de sacarla al tiro de esquina porque ya llegaban a empujarla.
Parecía que iba de dos en dos. Al 16, Ureña también quiso fusilarlo pero volvió a topar el felino portero, el rechazo le quedó a Ariel, que se dio media vuelta y con zurda quería matar, pero nada que ver, porque el meta estaba perfectamente ubicado.
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Era un recital de tapadas y en la otra área tiraban, pero a la desesperada y lejísimos del marco que defendía Adonis Pineda.
Tal vez esa era la desesperación que tenía el técnico Andrés Carevic, quien tuvo que ver el partido en el palco norte del estuche por haber sido expulsado el partido pasado.
Carevic nunca estuvo quieto, cuando no estaba dando indicaciones, estaba sacándose fotos con la gente. Era todo un show, pasó demasiado tenso, bajando y subiendo las gradas, pegándole gritos principalmente a Junior Díaz.
Campeón dormido
Fue hasta el minuto 31 cuando el equipo de Luis Marín empezó a sacudirse, le quedó a Álvaro Saborío para tocar la gloria después de un gran pase filtrado de Roberto Córdoba, pero la bola se le quedó un poco atrás y cuando se acomodó, la tiró demasiado arriba.
Eran los mejores momentos del cuadro local, volvió al ataque y Marco Julián Mena iba a abombar las redes, pero Christopher Meneses le estorbó apenas para que el delantero no pudiera llegarle a un centro que cruzó el frente del área.
La mejor participación de Pineda fue al 45, cuando Esteban Ramírez iba a tirar un centro con veneno pero leyó bien la jugada y anticipó sin problema.
Dicen que portero sin suerte no es portero y en el minuto de reposición la frase acompañó a Patrick, cuando Jonathan le sacudió el marco con un remate de larga distancia que reventó en el palo.
Más parejo
Después del descanso el juego fue más parejo. Pero Pemberton no bajó la intensidad de tapadas, terminó con 11 en todo el encuentro.
Al 55 volvió a hacerse grande, Alex López le filtró un pase a Lassiter, que fusiló de zurda, despejó el mismo de siempre y Ureña la tuvo para tocar la gloria, pero hizo lo más complicado, la mandó por encima del marco.
Respondió el cuadro sancarleño, pero esta vez fue Sabo el que se la comió, por alguna razón intentó ponerle el pie izquierdo a un centro que venía muy duro y el remate se elevó demasiado.
Al minuto 89 le mandaron un globito a Minor Escoe e iba solo frente a Adonis, pero su cabezazo se fue directo a las manos del guardameta erizo.
Los de casa tuvieron una última de tiro libre, perfectamente ubicado a un costado del área, pero lamentablemente para los de la zona norte, el tiro de Ramírez se fue demasiado arriba y desperdiciaron una gran oportunidad de matar.
Los tres minutos de reposición sobraron. Todo se definirá en el estadio Alejandro Morera Soto el sábado a partir de las 6 de la tarde.