Pasarán muchos años para que en los estadios de Costa Rica se empiece a utilizar el videoarbitraje (VAR), pero podría causar amonestaciones o expulsiones en mejengas del torneo que se inicia este sábado con el duelo Herediano-UCR.

Poner a funcionar el VAR costaría unos $600.000 por estadio, es decir, más de ¢300 millones, razón de sobra para saber que está lejos. Pero si ante una jugada polémica la reacción de un jugador –o alguien del cuerpo técnico de un equipo– es dibujar un cuadrado en el aire (pidiendo la aplicación del videoarbitraje), el árbitro podría amonestarlo o expulsarlo.

El presidente de la Comisión de Arbitraje, Ricardo Cerdas, lo informó así este viernes.

“Esto se considerará una burla porque se sabe que no lo aplicamos, por lo que deberá ser amonestado. Si quien lo hace es un miembro del cuerpo técnico, deberá mostrársele la tarjeta roja”, informó Cerdas.

Parece algo sin sentido que un futbolista pida aplicar una herramienta con la que no cuenta el país, pero ya sabemos que el fútbol nacional está lleno de sorpresas (no siempre buenas).

Cerdas explica cuál es la finalidad de los castigos. Pretenden que los vivillos del fútbol no quieran robarse el show en medio de un partido.

“Esta directriz busca que el cuerpo arbitral tenga cada día más respeto de parte de futbolistas y cuerpos técnicos y con lo de VAR (sancionar a quienes lo pidan) queremos evitar que alguien busque desacreditar a los colegiados que tienen a cargo los partidos de todo un campeonato”, añadió.

Toca respetar

El lateral del cuadro de San Carlos Marvin Obando considera que todas las órdenes que se vienen del cuerpo arbitral son respetables, pero lo del videoarbitraje no le suena tanto.

“Me parece extraño cuando sabemos que en nuestro país el VAR no se va a poder utilizar por las razones que todos conocemos y no creo que un futbolista de nuestro campeonato se ponga a molestar o a burlarse de algún árbitro con algo que no estará rodeando ningún partido de los que se van a realizar”, apuntó Obando.

El técnico de San Carlos, Martín Cardetti, lo resumió así: “Nadie lo va a pedir porque no existe, pero bueno, si es una orden habrá que respetarla”.

Para el exárbitro central Grevin Porras la medida (de sancionar) está bien tomada ya que la posible insistencia de algunos jugadores con este tema puede desacreditar al principal del encuentro y a sus asistentes.

"Si la Comisión lo interpreta como una posible burla del jugador está bien que se aplique (el castigo) porque hay jugadores que a veces lo que buscan es poner a la afición en contra del central que está dirigiendo el partido si, por alguna circunstancia, se presentó una situación polémica.

Porras fue más allá y envió un mensaje claro.

“Si se quiere proteger el trabajo arbitral está bien, pero la realidad de este tema es que se apliquen esas sanciones, porque de lo contrario todo quedaría en un simple comentario”.

La periodista Ximena Durán, que cubre deportes en Multimedios canal 44, cree que con una llamada de atención sería suficiente. O sea. no harán falta las tarjetas.

“El VAR nadie lo va a pedir, pero si algún técnico o jugador insisten, con solo llamarles la atención la utilización de las tarjetas, sobre todo la roja, me parece excesiva”.

A años luz de Costa Rica

El videoarbitraje apareció por primera vez en un Mundial de fútbol en el de Rusia que acaba de terminar. Ya lo había hecho en el Mundial de Clubes del 2017 y en ambos casos dejó satisfecha a la FIFA, que buscará corregirle detalles.

La realidad indica que está a años luz de verse en un torneo nacional, en el cual las prioridades andan por otro lado, sobre todo si se toma en cuenta que aún hay estadios que no cuentan con iluminación.

La FIFA informó que en los 64 partidos de Rusia 2018 se revisaron 455 incidentes (7,1 por partido) y se hicieron 20 revisiones de VAR, incluida la del primer gol de la final. “Complace constatar su aceptación generalizada por parte de los jugadores, entrenadores y aficionados, así como de la prensa”, añadió la FIFA.