Hoy se cumplen 22 años de una de las jugadas más espectaculares que se han visto en el fútbol. Ocurrió en la Champoins League del 2001.
Involucra al portero francés del Lyon de ese momento, Gregory Coupet, y al brasileño Rivaldo, en un partido efectuado en el Nou Camp, en Barcelona, España.
Coupet debe devolverse corriendo en contra de su marco ante un pase muy exigido de un compañero suyo y que podía terminar en autogol, pero si el portero usaba sus manos para evitarlo, le pitaban una devolución (falta que se cobra como un tiro libre dentro del área).
El portero, para evitar la torta de su compañero, corre hacia atrás, brinca y desvía el balón con su cabeza, ante el asedio de Rivaldo, y lo pega en el horizontal.
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La bola cayó en el campo de juego, por el punto de penal y le quedó de frente al brasileño, quien saltó y cabeceó correctamente, de piconazo hacia abajo y con el portero casi vencido. Pero el francés se levantó como con un resorte y de manera espectacular tapó el cabezazo del brasileño. La estampa quedará en la historia como una de las mejores jugadas defensivas vistas en el Nou Camp.