Si hay un técnico nacional que dio un salto de calidad que rara vez se ven, es Geiner Segura, quien en los últimos tres años dio pasos de esos que son realmente difíciles.
El entrenador, nacido en Golfito, está a las puertas de alzar otro título en un equipo grande, el Torneo de Copa con el Herediano.
De hacerlo, ese trofeo se uniría a los que tiene en su vitrina: el del Clausura 2022 con el Cartaginés y el Apertura 2020 y la Liga Concacaf, en febrero del 2021, que alzó con Alajuelense siendo asistente de Andrés Carevic.
Como muchos entrenadores que la pulsean y buscan hacerse un nombre, Geiner empezó desde abajo dirigiendo a equipos como San Carlos en primera y segunda división; Palmares en Liga de Ascenso y Guadalupe en la máxima categoría.
Para muchos entrenadores salir de esa dinámica de equipos no tradicionales y dar el salto a un equipo grande es complicado. Segura lo logró en el 2020 cuando llegó como asistente a Alajuelense, sin embargo, su trabajo allí demostró que no fue uno más, Cartaginés lo buscó y el resto es historia, logró uno de los títulos más importantes de la historia de este país.
“Yo le doy muchas gracias a Dios por las oportunidades, yo me he venido preparando, he recibido muchas ayudas de personas que me han ayudado a crecer como profesional. Yo vivo para el fútbol, es mi profesión, la respeto mucho y como tal trato de conseguir las mejores herramientas para seguir creciendo y dar lo mejor a la institución que esté representando”, nos dijo Geiner.
Tirarse al agua fue un riesgo, cuando deja Guadalupe en el 2020, un proyecto que armó y tenía mucha estabilidad para irse a la Liga, fue una apuesta fuerte y lo fue aún más cuando decidió dejar la Liga e irse a Cartaginés.
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“Son riesgos que uno toma en la vida, siempre pensando en crecer, que ese ha sido mi norte, siempre valoro mucho mi paso por diferentes instituciones que me han ido formando y de donde he sacado la mejor experiencia posible.
“Cuando logramos el ascenso con San Carlos fue cuando me empecé a capacitar como técnico, me fui a Palmares, que estaba en una situación difícil, lo salvamos del descenso y luego lo clasificamos, pasar a ese proyecto maravilloso que fue Guadalupe en el que pudimos darle una estabilidad al equipo.
“Dejar un proyecto tan importante para mí como era Guadalupe, donde estuve cinco torneos y era muy valorado, por ir a ser asistente a la Liga no era nada fácil, con la gran presión que había y dejar eso para ir a Cartaginés era una misión muy difícil, he tomado riesgos y hemos logrado cosas”.
La final de Copa sin duda la ve diferente, no solo porque podría ser su primer título con el Team, sino porque el rival es un equipo que hace seis meses sacó campeón y que, incluso, él armó. Cartago es un lugar donde le viven agradecidos y tiene muchos amigos.
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“Hay un respeto mutuo, tanto para la institución, la afición, el fútbol es así, he tenido muchos mensajes de aficionados de Cartago que me desean lo mejor, pero al mismo tiempo apoyan a su equipo y nosotros ahora lógicamente estamos tratando de dar lo mejor acá en Herediano.
“Sí he tenido algunos mensajes de brumosos, pero la afición herediana también se ha comportado muy bien conmigo, me han dado mucho apoyo y esperemos representar muy bien esta institución. Al fútbol hay que respetarlo mucho, es un deporte maravilloso, me tocó esta oportunidad, creo que será una final bonita y como toda final, siempre se quiere ganar”, comentó.
Calladito, sin hacer mucha bulla, ni rajar tanto, Geiner Segura ha dado pasos agigantados a puro brete, una excelente lección que podrían estudiar muchos que tal vez se han ido quedando en hablada.