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Solamente Saprissa logró vencer a Jaime Penedo

Portero panameño reconoció en su libro “Nunca te rindas” que tuvo que ceder ante el Monstruo para jalar del club

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El portero de la Selección de Panamá Jaime Penedo contó en su libro autobiográfico "Nunca te rindas" qué tuvo que hacer para salir del Saprissa en mayo del 2016.

El canalero no se guardó nada y confesó que tuvo que sacar platica de su bolsillo para jalar de la Cueva. Además recordó que recibió mucha ayuda de Paulo César Wanchope, actual técnico del Cartaginés, que en aquel momento era gerente deportivo en Tibás.

Penedo es actualmente el futbolista de moda en Panamá, no solo porque tiene a todo mundo emocionado con su participación en el Mundial de Rusia, sino porque el libro ha sido un pegue, al punto que lo reportan como el más vendido en suelo canalero entre abril y mayo. El libro cuesta $17.85 (unos ¢10 mil).

En su libro explica que nunca se ha rendido con tal de lograr sus sueños, pero reconoce que en Tibás tuvo que echar marcha atrás porque la cosa no funcionaba. El hombre decidió jalar y la pegó porque ahora destaca en el fútbol de Rumania, con el F.C. Dinamo București, de la Liga I.

Jaime le dedicó seis páginas de su libro al Monstruo, donde habló desde el primer contacto que tuvo con los morados hasta que cantó viajera.

"Cuando llegué a Costa Rica, el Saprissa estaba en las finales de la liga nacional. Los directivos propusieron que entrenara con el equipo y les dije que pensaba que sería incómodo para todos llegar a un camerino en donde están por jugar una final; podría crear un ambiente poco favorable, y más si las expectativas eran que me quedara como titular", contó Penedo.

En aquel entonces el arquero morado era el criticado e inconstante, Danny Carvajal, el mismo que le pidió a su cuerpo técnico: "una competencia leal, que no influya el dinero ni el nombre ni nada de esas cosas, porque creo que se tiene que ver el trabajo que se hace día a día y en torneos anteriores".

El ambiente estaba tenso en la portería del Saprissa sin lugar a dudas. Además Penedo empezó a atajar y en las primeras de tanteo de cuatro remates, tres de ellos terminaron en gol y la afición no aguantó nada pensando en los cerca de $10 mil (¢5 millones) que ganaba al mes.

"Ya leía en algunos medios de comunicación social que no era necesario contratar un extranjero si el equipo andaba bien. Esto creó una atmósfera tensa ante mi llegada. Me instalé en un hotel, mientras todos estaban concentrados en el campeonato y era normal que así fuera", dice Jaime.

"A la afición del Saprissa le apasionan sus colores, pero hay algo que no comparto y es la manera de hacer sus críticas. Uno como jugador quiere ganar y hacer las cosas bien. A la hora de enfrentar un reto o jugar, siempre lo hago para llevarle alegría a los fanáticos, de paso ganar su respeto, y por supuesto, llevar títulos al equipo", agregó.

Jaime relata que muchos lo veían como un capricho de la directiva y no es fácil ingresar a un equipo bajo estas condiciones.

"Sin embargo, ya había dado mi palabra y es más que suficiente para firmar. Decidí quedarme a trabajar duro y tratar de ir por el campeonato. No pensaba en los dos años y medio que me había comprometido con ellos, simplemente me dediqué a ir paso a paso y pensar en mi primer torneo", recordó.

"Debido a la situación incómoda que estaba pasando en Costa Rica, decidí no seguir en el equipo. Les hice saber que no estaba a gusto y que no seguiría después de junio. Mi objetivo era irme campeón. A los directivos no les gustó la idea, acordamos que, si al final del torneo seguía con esta decisión, nos sentaríamos a conversar", explicó el panameño.

En "Nunca te rindas", Jaime reconoce que siguió poniéndole bonito a los entrenamientos con Róger Mora, su preparador de porteros y que las cosas le empezaron a salir mejor. Recuerda que en 15 partidos jugados solo recibió 10 goles, que Saprissa terminó segundo, pero cayó eliminado en la semifinal ante la Liga.

"Cuando consideré salir del equipo lo hice sin tener otra opción y sin hablar con ningún representante. No veía justo pedir una rescisión de contrato porque tuviera otra oferta. No la tenía. Además, necesitaba tomar esta decisión desde mi corazón para saber qué era lo que quería y la única manera de hacerlo era teniendo en mi mente únicamente al Saprissa y si realmente quería irme", confesó sin tapujos.

"Mi experiencia me ha demostrado que no puedes esperar a que una voz te hable desde arriba. Mi comunicación con esa fuerza que todo lo puede se ha dado mediante hechos, para los cuales necesitas un entendimiento que solo puedes ver si estás en completa armonía", dice.

Penedo cuenta que dependía de una reunión con Juan Carlos Rojas y compañía y sabía que le iban a pedir plata, porque eran los rumores que circulaban en ese momento.

"No podían dejar ir a un jugador libre con un contrato que no había culminado, porque crearía un precedente para que otros jugadores quisieran hacer lo mismo. Ellos habían llegado a una cifra para que yo pudiera obtener mi carta de salida. Esta propuesta no la vi mal. Todos queríamos cerrar ese capítulo y llegar a un equilibrio con el afán de alcanzar un acuerdo contractual", indicó.

Cuenta el portero que la negociación tardó algo más de lo esperado y le preocupaba su imagen, no quería que su salida de Saprissa fuera un escándalo.

"Los comentarios de la prensa en Costa Rica ponían en tela de duda mi trabajo, se había creado una atmósfera de inseguridad a mi alrededor, pero saben algo nunca perdí la confianza en mí, sabía que había trabajado bien", indicó en su libro.

En aquellos días, Penedo estaba con su selección en Orlando, Florida, preparándose para la Copa América. El comentó que tuvo días tensos esperando la respuesta de los morados, porque aunque todo estaba hablado, no se había firmado nada.

"Fue cuando decidí hablar con el costarricense Paulo Wanchope, quien había sido futbolista y seguro me entendería. Le compartí mi sentir y me comprendió enseguida. A los 20 minutos me confeccionó un finiquito donde ambas partes opinábamos igual. Llegamos a un acuerdo y pagué con mis recursos, por segunda vez en mi carrera era dueño de mi pase", recordó.

Según el panameño, Chope fue la clave para encontrar una solución. Jaime cuenta que él solamente trataba con Juan Carlos Rojas antes de optar por hablar con Paulo.

"Firmé el finiquito y se lo envié por correo a Wanchope. Le escribí al presidente del Saprissa y a la Junta Directiva agradeciéndoles por todo. Siempre se portaron de manera correcta y definitivamente era mi despedida. Estaba contento porque cerré un capítulo de mucho aprendizaje.

"Me llevé el recuerdo de un gran equipo, de las personas que me demostraron cariño y de un lindo país que recuerdo con afecto. Terminaba con el Saprissa, pero sabía que tomaba la decisión correcta. Y regresé a Panamá; fue hermoso volver a casa. Como familia, esos meses habían sido de mucho sacrificio, lo que nos hizo más fuertes a todos", dijo.

Después de cinco meses de morado y blanco, Jaime jugó la Copa América Centenario y de ahí hizo maletas al Viejo Continente.

Andrés Mora

Periodista con licenciatura en Comunicación de Mercadeo. Forma parte del equipo de Deportes. En Grupo Nación desde noviembre del 2011.

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