En medio de la tormenta que vive Alajuelense debido a su momento deportivo, los erizos recibieron una visita que los llenó de buenas vibras.
Los jugadores manudos atendieron este viernes a José Keylor Arguedas, quien soñaba con conocer a sus ídolos y les ayudó a recordar que la razón de ser del club son los aficionados.
Este muchacho, de 17 años, es más liguista que el mismísimo Alejandro Morera Soto y tiene tanta energía que llenó de risas, ilusión y felicidad los pasillos del Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Turrúcares. Para José y su mamá, doña María Isabel Arguedas fue el día perfecto porque disfrutaron como nunca en su vida.
José estaba tan emocionado que desde las 4 a.m., le estaba pidiéndole a su mamá que lo ayudara a bañarse, (está en silla de ruedas debido a la enfermedad que padece), así que contaba los minutos para ir al CAR, darle un abrazo al capitán Bryan Ruiz y contarle que lo admira y lo quiere montones.
“Este muchacho no me durmió de la emoción: La ilusión de ir a conocer a los jugadores de la Liga era muy grande, es un día que tenía mucho tiempo esperando y finalmente se nos dio. Lo trataron muy bien y no tengo cómo agradecerles”, nos contó la orgullosa mamá.
En Alajuelense se enteraron de la historia de Keylor desde diciembre del año pasado, gracias a una nota publicada en La Teja, en la que se dio a conocer el duro momento que vivió cuando le robaron la silla de ruedas cuando su mamá la dejó a la entrada de la casa para meter unas cosas y unos desalmados se aprovecharon y lo dejaron sin la silla que el tanto necesita.
Lo más rudo, es que ellos apenas se estaban pasando a esa casa, en Los Guidos de Desamparados.
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Diez días después, un gran samaritano se conmovió con la historia y le llevó una silla nueva más moderna y funcional, de la cual Keylor se enamoró de inmediato porque es rojinegra, los colores de su amado equipo.
En esa semana, en la Liga le informaron a doña María que apenas la situación sanitaria del país lo permitiera, llevarían a Keylor a conocer el CAR. Este viernes llegó el gran día, así que los manudos los fueron a recoger a su casa y después los fueron a dejar. Chineados de principio a fin.
“Yo nunca había estado en un lugar tan grande y bonito, es precioso y, además, de la calidad de personas que están ahí. Uno ve a los jugadores por televisión, pero que grandes personas son, que amorosos, a Keylor lo recibieron muy bien, estaba tan contento que no se quería ni venir”
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Ilusión
La familia llegó a las 7 a. m., al CAR y visitaron las canchas de entrenamiento, el gimnasio, el edificio principal y hasta compartieron una merienda con los jugadores. Keylor se tomó como tres yogures y no paraba de reírse.
“Con esto yo siento que la Liga le recompensó un poco tanto amor que él tiene por la Liga. Tuvo la oportunidad de estar ahí con ellos, se tomó fotos, los saludaba, le hablaban. Todo estuvo muy lindo.
“Los jugadores le decían campeón, que estaban muy felices de tenerlo ahí, que hace tiempo lo estaban esperando, le hacían preguntas. Keylor por todo se ríe y este viernes con más motivo”, dijo.
Mientras conversábamos por teléfono con doña María, de fondo este manudazo gritaba: “¡Liga, Liga, te amo Liga!”, una frase que también repitió mucho durante su visita.
“Yo le dije que tenía que estar fuerte, que no llorara al verlos, porque más bien es un momento muy feliz y me decía: ‘no mamá, yo no lloro, pero casi que quiero llorar’. Él a todos los jugadores los quiere un montón, pero para él Bryan Ruiz es el ídolo.
“Me le regalaron una camiseta firmada por todos y si nos hubiéramos quedado más rato creo que hasta le hubieran dado más cosas, pero teníamos que venirnos, aunque él se quería quedar, estaba muy feliz”.
Entre los jugadores que interactuaron y más hablaron con Keylor, además del Capi, estuvieron el portero Leonel Moreira, que la señora nos dijo se identificó mucho con su hijo, así como Pipo González, Miguel Ajú y hasta Celso Borges llegó en muletas a saludarlo entre otros.
“Él siempre pasa encerradito en la casa, casi nunca lo puedo sacar y ahora más bien le toca ir al colegio de manera presencial, para él fue una experiencia muy linda, algo muy diferente a lo que vive. A él me le dio covid hace un tiempo, así que ha pasado meses duros”, añadió.
Antitos de las 11 a. m., les tocó marcharse, pero ahí no terminó la alegría de Keylor, porque lo invitaron a ir al estadio, así que van a coordinar para que se haga lo más pronto posible y que el joven vea a su equipo en vivo y a todo color.
Kevin hasta le mandó un mensaje mediante su mamá, a los jugadores y aficionados rojinegros.
“A mí me duele mucho que pierda la Liga y me pone muy triste, pero ante todo la amo y no la abandono”.