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Un elegante Ford ha pasado de generación en generación

Carlos Chacón heredó un carro que es una verdadera joya

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Ford Fairlane de 1959. Cortesía.

Carlos Chacón se crió al lado de un hermoso y elegante Ford Fairlane del año 1959, que fue propiedad de su abuelito, don Manuel Hidalgo.

Esa joya ha adornado las calles de Aserrí por décadas y hace unos años pasó a ser propiedad de Carlos.

Don Manuel compró esa nave en una agencia en San José centro, finalizando la década de los 50.

La familia cuenta que costó 42 mil colones y que el señor apenas lo adquirió lo puso a nombre de la mamá de Carlos, doña Marianne Hidalgo.

“Mi mamá era la menor de cinco hermanos y por eso mi abuelo lo puso a nombre de ella. Dicen que el día en que se compró, mi abuelo subía a todo el mundo en el carro para estrenarlo”, recordó el ahora dueño.

Ford Fairlane de 1959. Cortesía.

Guardadito

Cuando murió don Manuel, el carro quedó a disposición de doña Josefina, su esposa, y después se guardó en una cochera por ocho años.

“Hubo un momento en el que mi papá andaba buscando un Land Rover y cuando cuando le dijeron cuánto costaría me dijo que era mejor arreglar el Ford.

“Entonces él comenzó con un proceso para restaurarlo, se le hicieron algunas cosas en cuanto a la pintura, el motor y se mandaron a traer unas piezas de Estados Unidos, pero no es como ahora, traer algo de allá tomaba por lo menos 3 meses”, afirmó.

Carlos no olvida cuando iban a la Pops a comerse un helado todos los domingos o al mercado Central, en San José, con su chuzo.

Ford Fairlane de 1959. Cortesía.

Esta joya desfiló en el carnaval de los festejos populares de San José en los años 86, 76 y 91.

“Mi papá falleció en el 2003 y mi mamá dijo que era momento de dármelo, así que hizo el traspaso y la verdad me hizo feliz. Entre mis 3 hermanos, yo era el que más se entusiasmaba con la idea de tener el carro”, expresó.

Ford Fairlane de 1959, propiedad de Carlos Chacón

Como sacado de fábrica

En la actualidad, Carlos lo usa de vez en cuando, porque cuida casa una de sus partes.

“El Ford tiene sus elementos originales. El motor es 4.700cc, es un V8, el original. Su tapicería es la original y los asientos son de color verde. Las ventanas no tienen separación, por lo que si se bajan parece una sola.

Ford Fairlane de 1959. Cortesía.

“Es manual, tiene 3 marchas y es de 4 puertas. Su color es verde agua con blanco y ha mantenido el mismo color desde que se compró en el 59. El radio es de los que uno llama de tubo, hay que esperar que caliente el carro para que pueda funcionar”, detalló.

En la actualidad, su hija Ariana es la que disfruta con Carlos de la pasión por esta joya gringa.

“Ella tiene 11 años y la verdad es que saco el carro cuando hay una exhibición o una reunión. No me gusta sacarlo mucho porque las escobillas son lentas, es una cuestión de seguridad”, comentó.

Carlos recordó que su mamá, doña Marianne, fue la primera señora en conducir un carro en el cantón de Aserrí.

“Todo el mundo admiraba a mami porque andaba para arriba y para abajo conduciendo el carro. Era como un ejemplo a seguir”, añadió.

Ford Fairlane de 1959. Cortesía.
Yenci Aguilar Arroyo

Yenci Aguilar Arroyo

Redactora de la sección de Nacionales. Trabajó en las secciones de Deportes, Tiempo Libre y tiene experiencia en comunicación institucional. Cuenta con 18 años de experiencia, desarrollada principalmente en el periodismo escrito. Fue designada Periodista del Año del 2023. Trabajó en el Periódico Al Día.

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