Cualquiera pensaría que el joven delantero morado Julen Cordero, hijo del asistente técnico tibaseño, Víctor Cordero, tendría un lugar privilegiado en comparación a sus compañeros, pero la cosa no es así, más bien otros se le han ido arriba.
Es por eso que el muchacho tendrá que tomarse muy en serio los consejos que le da su padre para que Vladimir Quesada lo ponga a jugar.
“Es una realidad que este es un caso atípico, no se presenta mucho. No hablo del hecho de que el hijo de un exfutbolsita sea jugador, sino de que su propio padre este dentro del cuerpo técnico. Y siendo atípico no es tan simple de tratar”, comentó Víctor sobre la manera en que maneja la presencia de su pequeño de 17 años en el cuadro de la primera división.
Este joven futbolista debutó en la máxima categoría el 22 noviembre del 2017 en un juego del Sapri contra el Santos en la Cueva, entró de titular, pero fue sustituido al minuto 72. En aquel entonces el entrenador era Carlos Watson.
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Julen después volvió a aparecer en la cuadrangular de los 90 minutos por la vida del 2018.
Y la última vez que se le vio en el terreno de juego fue en la goleada (4-0) del Sapri a Limón el año pasado, entró de cambio al 84′.
Por esa razón su papá le pide ponerle más para que Vladimir lo tome en cuenta.
“La vida de los jóvenes, creo yo, está llena de distracciones, de sorpresas y ellos tendrán que seguirse preparando muy muy fuerte para buscar un lugar, y no solo en el deporte, sino en la vida como tal. Mis palabras con él son casi las mismas que con los otros, obviamente la relación es diferente porque en algún momento es mi hijo”, explicó Cordero.
“Yo a los jóvenes los invito a que se analicen constantemente, que interioricen lo que están haciendo, que vean qué es lo que hacen los titulares y los que son figuras del equipo. A Dios gracias tiene buenos ejemplos dentro de Saprissa y fuera. Debe seguir los buenos ejemplos, observar qué le falta para ir escalando y tener mucha paciencia”, agregó.
Víctor señaló que en el Monstruo hay una muy buena cantidad de buenos jugadores, pero algunos tienen mas experiencia y eso pesa a favor de estos muchachos.
“Le digo que debe hacer más para convencer y cuando le den minutos aprovecharlos y ayudar al equipo. Esto no es un tema de individualidades sino de colectividad, por ahora las decisiones del técnico se respetan y se siguen, son tomadas pensando en lo mejor para el equipo. Debe tener mucho esfuerzo, trabajo y dedicación, ponerlo todo en manos de Dios”, comentó el asistente quien por supuesto quiere ver reventar el talento de su pequeño lo más pronto posible.
Julen es uno de los tres retoños de Víctor, los otros dos se llaman Ariel y Thiago.