Gerald Drummond, exdelantero morado, recordó el gol que le hizo a la Liga en 1998 y que pasó a ser uno de los más emblemáticos de los clásicos nacionales.
En La Teja aprovechamos que este miércoles se vuelven a enfrentar la Liga y Saprissa para hablar con uno de los futbolistas que sabe que para este tipo de mejengas no hay favoritos.
El morado comentó que Saprissa puede sacar la serie ante los rojinegros, si además del trabajo en cancha le pone bonito al aspecto mental.
El Venado manifestó que le gustó el juego del domingo pasado, porque los tibaseños sacaron la casta morada y mostraron garra, muchas ganas y una energía que en juegos anteriores no se les vio.
“Creo que a todos nos sorprendieron el domingo y es importante que el equipo tome muchas precauciones si quieren sacar la serie, porque la presión en Alajuela será fuerte”, afirmó Gerald.
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Para Drummond, el Monstruo se puede jalar la torta, siempre y cuando se la crea.
“Al final son once contra once y aunque Saprissa no contará con dos figuras, quienes vayan a estar en sus lugares tienen que sacar la bandera y entender que el rival no estará confiado.
“Se ha notado que Saprissa es más fuerte mentalmente, los que compartimos con Mauricio (Wright, técnico de Saprissa) sabemos que es una persona con coraje y eso ha hecho ver a los jugadores que los partidos se ganan con energía. A veces dicen que los clásicos se ganan, jueguen bien o mal y Saprissa debe sacar el resultado”, añadió.
Gerald no es de dar pronósticos, sin embargo, le encantaría que el juego finalizara 1-1 y desea que el equipo esté en mejores circunstancias para la próxima campaña.
“Cada partido lo disfruto con intensidad, no soy de ir al estadio. Me gusta verlos en la casa y los nervios los sentía cuando era jugador, ahora todo lo analizo como entrenador”, expresó.
El pepino de la gloria
El entrenador de las divisiones menores del Sporting habló sobre aquel gol que marcó el 7 de junio de 1998 cuando su equipo enfrentaba a una Liga que era favorita.
Aquel día la “S” llegó al Morera Soto con el marcador en contra, pues una semana antes los rojinegros obtuvieron la victoria, por la mínima, con gol de Rodinei Martins.
El momento clave en la Catedral llegó cuando Drummond, al minuto 83, tomó la bola cerca del área de su equipo, le hizo la jugada del tonto a un rival en la media cancha, dejó en el suelo a Luis Marín tras un pique endiablado y cuando ingresó al área, por el costado derecho, definió por en medio de las piernas de Álvaro Mesén.
Ese partido finalizó 0-2 y obligó a que se jugara una final nacional, que ganarían los tibaseños.
“Recuerdo algunas cosas, durante esa temporada no había jugado tanto. Para ese partido, los jugadores que habitualmente estuvieron en la cancha no entraron, uno por tarjetas y el otro por lesión y ahí se vino la oportunidad de jugar.
“Quería jugar, tenía meses de no hacerlo y se me dio la bendición de entrar. Ese gol es uno de los más importantes de mi carrera y luego tuve una continuidad regular en el equipo, durante muchos años”.
Drummond afirmó que quienes lo ven en la calle le recuerdan ese pepinazo, además nos contó en cuál estadio prefería jugar los clásicos.
“Un clásico es importante y jugarlo en casa es muy lindo, pero de visita, ver a la afición y tener todo en contra me motivaba más. Por mi forma de ser, tener situaciones adversas me motivaban aún más y jugar de visita en Alajuela siempre me gustó”.