Stephanie Amador demostró que en una competencia se puede ganar o perder, pero siempre hay que tener buena actitud.
Ella fue una de las participantes de este martes de ¿Quién quiere ser millonario? y si bien no se llevó el monto que esperaba, ella se queda con la satisfacción de haber estado en la famosa silla caliente del programa de Teletica.
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La vecina de Moravia iba para los tres millones de colones, sin embargo, todo se juntó para que no avanzara y terminó solo con medio millón.
Primero, su mejor amigo, quien iba a ser el comodín, le dijo que si la pregunta era de deportes, con él no contara. Casualmente la pregunta fue de fútbol, por lo que de una vez su compa quedó descartado.
El cuestionamiento era sobre el primer equipo de fútbol femenino en nuestro país, como dato curioso, la abuelita de Stephanie fue parte de ese cuadro, pero ella no recordó el nombre.
Entonces usó como comodín a su primo, quien tuvo problemas con el audio y no le dio tiempo de ayudarle.
Al quedar sin ayuda, optó por cambiar la pregunta. Sin pensar que la que vendría sería más ruda todavía, ya que le preguntaron por un pionero de la radiodifusión en nuestro país, bateó y la falló.
“Yo iba a jugar y por eso me voy feliz con los quinientos mil. Sí, me hubiera gustado llegar a los tres millones para seguir jugando, pero fue una experiencia muy bonita”, comentó tras su participación.
Amador dice que usará la platica para cambiar parte del equipo que utiliza para trabajar como diseñadora gráfica.
El otro participante de la noche fue José Joaquín Chacón, quien no pudo terminar su juego por temas de tiempo.
Durante el rato que estuvo se mostró muy agradable y hasta nostálgico, incluso se puso a llorar cuando usó el comodín de la opinión del público.
La próxima semana terminará su participación, pero de momento va muy bien, incluso hasta se puso a bailar un poco, motivado por Ignacio Santos para bajar la tensión de la noche.