Farándula

Actor de los anuncios de Francia 98 cuenta el increíble motivo que lo alejó de la tele

Eduardo Jarquín encontró en Santa Claus un refugio ante el reconocimiento que nunca buscó

EscucharEscuchar

Quizá el nombre de Eduardo Jarquín no le suene a muchos, pero cuando les decimos que es aquel muchacho que quería aprender francés a toda costa (y no podía) para asistir al Mundial de Francia 98, puede que a más de uno se le prenda el bombillo.

Este actor, de 57 años, encontró en el personaje de Santa Claus una especie de refugio ante la fama que adquirió con aquellos reconocidos anuncios que lanzaron en conjunto La Nación y Dos Pinos, previo a la cita mundialista en el país galo.

Según él, se retiró de la actuación en comerciales debido al fenómeno que generó esa publicidad, al punto que no podía salir ni a la calle pues la gente quería que les hablara en francés, lo choteaban y hasta lo vacilaban.

A Eduardo lo reconocimos un día de estos, que fue invitado como Papá Noel a De Boca en boca y nos contó lo bueno y lo malo de aquel reconocimiento que le llegó sin esperarlo.

-¿Cómo entra en la actuación?

Todo es casualidad, había una agencia llamada Casting, de Víctor Barriga. Un amigo me decía que hiciera pruebas, porque me veía pasta para eso, yo no quería ni le hacía caso, luego me dijo que lo acompañara y me terminó embarcando, a los cuatro meses me llamaron para hacer uno de Las Fajitas de Tosty y ahí arranqué. Hice anuncios para cigarros Belmont y ahí comencé a hacer cada vez más.

Desde el 92 comencé a hacer anuncios, pero cuando terminé de hacer el de Francia, hice el de Japón y Corea y algunas cosillas para el de Alemania y me retiré. Ya no quise salir más en tele, la verdad, y me quedé con el personaje de Santa Claus.

-¿Los del Mundial de Francia son los que más lo dieron a conocer?

Depende de la generación, porque hice unos cortos para los 50 años de Coca Cola, otros para los 100 años de la Cervecería.

-¿Qué recuerda de esa época? ¿Volvió a ver a la profesora del anuncio?

Estuvimos un tiempo en contacto y se regresó a Francia, porque era de allá, se llamaba Marina. Y esos anuncios me dejaron mucha enseñanza, cómo tratar a la gente, cómo evitar a la gente concha, a la que era envidiosa y cómo poner los pies en la tierra, porque el mismo entorno te puede desubicar.

-¿Le pasó?

No, yo opté por retirarme, porque preferí a mi familia, había ocasiones en que pasaba hasta 22 días (trabajando), era mucho trabajo, pero también este tipo de ambientes que suele ser muy problemáticos, no por uno, sino porque a la gente a veces se le va la mano.

-¿En qué sentido?

Por ejemplo, una vez iba entrando al supermercado con mi esposa, de la mano, y una señora soltó las bolsas que llevaba y me pegó un beso en la boca diciéndome que estaba enamorada de mí, yo le dije que me estaba causando un problema grande. Me pasaba que yo quería andar un casco de la Nasa, que nadie supiera quién era yo, porque donde caminaba la gente se ponía a pedirme direcciones solo para que hablara (en francés), los taxistas se ponían muy vulgares conmigo, la gente adulta mayor siempre me trataba bien, pero los más jóvenes no, y tenía que saber lidiar con ellos. No podía ir a un mall, porque no me lo permitían, a cada rato me paraban y no me dejaban seguir.

-¿Se retiró para que la gente se tranquilizara un poco?

Sí, me pasaba que la gente creía que yo tenía millones, me apretaban en cualquier lugar y tenía que estar diciéndoles que yo no tenía dinero. A veces uno andaba con sus problemas y me paraban solo para que les hablara en francés y uno enojado o preocupado por algo.

-Es que antes solo televisión se veía, a diferencia de ahora...

Yo no soy perfecto y por eso me costó, no sabía cómo desempeñarme en un ambiente así, es que fue de un día para otro que explotó, no podía ir con mi familia a un mall, que era el paseo que nos gustaba hacer. A veces estaba comiendo en un restaurante y pedía la cuenta y me decían que no, que ya un señor me invitó o el mismo lugar, uno agradecía, pero a qué punto me iban comprometiendo.

-Otro se hubiera aprovechado de esa situación...

Para evitar situaciones feas, pensé primero en mi familia y me retiré. Claro, todavía hay gente que me reconoce mucho por algún gesto o porque se acuerda y eso es bonito, pero hasta ahí. Sí me pasó que una vez llegué a comprar un coche de mi hija y no me lo querían vender, porque querían que yo fuera la imagen de la empresa, costara lo que costara, en ese momento cobré un millón por el mes y al final quedamos en 960, porque sí me rebajaron el coche.

-¿Siente que el hacer para Santa Claus es una especie de “máscara” para que no lo reconozcan?

El 24 termino y me quito la barba, después de Semana Santa vuelvo a dejármela para no verme todo el año viejo. Pero es un proceso muy importante, porque tengo que chinearla para que esté en época navideña y a mí me gusta actuar como Santa Claus, porque es un personaje y no como Eduardo Jarquín.

-¿Cómo es ser Santa?

Lleno de cosas lindas, pero muy tristes. Comencé hace unos 24 años en el Mall San Pedro y recuerdo que de las primeras cosas que pasaron fue que una señora me pidió un abrazo, porque ella necesitaba pedir un deseo, ese nunca lo voy a olvidar, luego compartir con los niños con cáncer, me tocó irme al carro a llorar al ver casos tan duros.

-En cuánto al Mundial, ¿cómo lo ve?

Soy fiebre de la Sele, pero mi deporte son los motores, me encanta.

Sí conoció.Familiar.De verdad.
Tiempo después de los anuncios pudo conocer Francia, pero nunca lo logró con el francés.Eduardo se considera una persona muy de familia, tiene cuatro hijos y hace poco nació su primera nietica lo cual lo tiene muy ilusionado.El actor es de los pocos santas que usa barba real por lo que es fácil de reconocer. En redes sociales aparece como Santa 506.

Erick Quirós

Periodista de farándula y espectáculos desde 2013. Experiencia en coberturas deportivas. Estudió periodismo en la Universidad San Judas Tadeo. En 2019, 2020, 2021 y 2022 fue premiado como el periodista de mayor visitación de La Teja. En 2019 (compartida) y 2021 recibió el premio de periodista del año de este mismo medio.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.