Aunque el actor Gustavo Rojas está maravillado con la atención que le han dado en la Caja Costarricense de Seguro Social a su mamita de 88 años, el artista considera urgente que se construya un nuevo hospital geriátrico.
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Gustavo habló con La Teja la semana pasada sobre la lucha que sigue con su progenitora, doña María Isabel Antillón Montealegre, quien fue diagnosticada hace unos años con Alzheimer, y también sufre de un problema cardíaco que la obliga a andar con oxígeno.
Fue en medio de la conversación que el también abogado mencionó la urgencia de construir en el país un nuevo centro médico para las personas de la tercera edad, adicional al hospital capitalino Raúl Blanco Cervantes.
“Soy un defensor absolutamente convencido de que este país no sería el país que es sino existiera la Caja”, dijo Gustavo antes de alzar la voz para que se construya un nuevo hospital geriátrico, debido a que la población tica está envejeciendo.
“Mi mamá iba a ser enviada al Blanco Cervantes que, de alguna manera, está colapsado en muchos sentidos. Es un tema complejo, hay una saturación y requerimos de un hospital para las personas de la tercera edad. La población costarricense está envejeciendo”, mencionó Gustavo.
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En el caso de él y su familia con doña María, explicó que no la remitieron al Blanco Cervantes porque en el Centro de Atención Integral en Salud (CAIS) de Puriscal exploraron una modalidad de internamiento que dejó al actor muy feliz y complacido.
“El geriatra destacado en el CAIS dijo que la dejáramos internada ahí porque había infraestructura y recursos necesarios, en el entendido de que nosotros como familia nos encargamos de la comida y el acompañamiento permanente de mi mamá y ellos, de la atención sanitaria”, explicó Gustavo.
Destacó que su mamá permaneció internada ocho días en ese centro hace una semana y que se sorprendió con todas las atenciones que le dieron a la señora, de quien él es uno de sus cuidadores principales.
“Estuvo ocho días y desde mi perspectiva, a mi mamá la salvaron de una neumonía. La fundación Pro Unidad de Cuidados Paliativos de Puriscal también ha sido un ángel para nosotros porque están superatentos a los cuidados que requiere mi mamá”, agregó.
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Tavo nos contó que su mamita está encamada debido a los padecimientos que tiene y que él, sus hermanas y sobrinos son los que están al cuidado de la señora; sin embargo, como él está pensionado, está dedicado casi que exclusivamente a cuidar a su progenitora.