El maquillista Alex Badilla habría sacado la idea de casarse consigo mismo de la serie de televisión Sex and the city.
El moncheño dio de qué hablar una vez más el miércoles anterior tras asegurar, en medio de la fiesta de aniversario del programa La Roncha, que había contraído matrimonio con él mismo, algo que generó sorpresa y como era de esperarse, muchas críticas.
Badilla llegó a la pachanga luciendo un traje de novia que más de una se lo desearía y un buqué de flores artificiales.
Según él lo hizo porque declaró amarse y aceptarse tal y como es. Dando un mensaje positivo, a pesar de lo extraño que algunos lo vean.
Sin embargo, esta práctica, conocida como sologamia, no es una ocurrencia nacida de la cabeza del polémico personaje, sino que es cada vez más común en todo el mundo y podría haber dado inicio hace ya bastante tiempo en la serie de las cuatro amigas solteras.
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En 2003 Carrie Bradshaw (el personaje interpretado por Sarah Jessica Parker) hizo algo similar.
Carrie asistió a un baby shower donde perdió un preciado par de zapatos, allí cayó en la cuenta de cuánto dinero había gastado en regalos de boda y demás ceremonias que iban desde matrimonios hasta nacimientos de bebés.
Por eso tomó la decisión de enviarle a la dueña del lugar donde se extravió el calzado una invitación a su unión consigo misma, cuya respuesta fue un par de zapatos y una tarjeta que decía: “Felicitaciones, no podríamos estar más felices por vos y tu amor”. Por lo que no sería nada raro que Alex se le haya prendido el bombillo por ese capítulo.
Común
Otro caso es el de la modelo internacional Adriana Lima, quien cansada de los rumores sobre su estado civil y sus supuestos romances, contestó en su cuenta de Instagram: “¿Qué pasa con el anillo? Es simbólico, estoy comprometida conmigo y con mi propia felicidad y me he casado conmigo misma. Chicas, ámense a ustedes mismas. Y sí, ¡estoy soltera!".
En redes sociales se han vuelto virales otras historias de quienes experimentan este tipo de bodas.
Grace Gelder, una famosa fotógrafa inglesa, también pasó por esta experiencia y hasta contrató a una organizadora de bodas.
Así lo comentó a la revista española Yorokobu.
“Sugirieron un montón de ideas, por ejemplo, hacer los votos ante un espejo. Eso fue, al menos, una decisión divertida de última hora. Decir mis votos en voz alta frente a mis amigos y seres queridos fue realmente empoderador, puesto que sabía que aquella gente me lo recordaría durante años”, aseguró.
“Fue increíblemente importante para mí que cada uno de los que estaban allí ese día tuvieron la oportunidad de considerar lo que significa realmente el amor propio y la promesa de mantener una relación sana con nosotros mismos. La gente me dijo al final del día que aquello realmente les hizo pensar. ¡Una señora llegó a decirme que era la mejor boda a la que había asistido!”, agregó.
Incluso, ante el crecimiento de estas bodas, en Internet ya se pueden encontrar empresas que se dedican a organizar eventos de ese estilo. I Married Me, creada por Jeffrey Levin, ofrece servicios alusivos como anillos de autocompromiso, cartas y tarjetas.
Si es sincero no tiene nada de malo
Según el psicólogo Rafael Ramos, todo el que quiera darse una oportunidad de aceptarse tal y cómo es merece comprensión por parte de quienes lo rodean.
El experto no ve que ese tipo de bodas signifiquen algún padecimiento clínico de la persona, sino más bien una lucha por disminuir aspectos que han tenido impacto negativos en sus vidas. También cree que puede ser una moda.
“Puede ser algo más popular que patológico, se puede rescatar que quiere aceptarse con sus errores y defectos. Hay que tomar en cuenta la cultura, la historia y la personalidad de la gente porque hay unos que son más histriónicos (motividad excesiva) y que lo hacen por seguir eso”, dijo.
En dos platos, algunos lo hacen por bombetas y otros porque realmente ganaron las luchas internas que llevan dentro.
Para Rafa no hay ningún problema en que el moncheño haya tomado la decisión de quererse más y espera que eso represente crecimiento en su vida.
“Él ha sido una persona polémica, mientras sea prudente creo que está bien, al final el crecimiento personal y la aceptación son todo un proceso”, agregó.