Doña Genia se siente feliz de estar TRA-BA-JAN-DO en Zapote

Un nuevo personaje se ha encargado de hacer de las suyas en el redondel de Zapote y aunque muchas veces anda de mal genio su forma de ser ha hecho que muchos suelten la carcajada con solo escucharla.

Se trata de doña Genia, uno de los tantas imitaciones que hace el joven Fabián Murillo en los Toros Repretel, y el cual se ha convertido en el más aplaudido del público.

Este personaje nació luego que doña Eugenia Cartín se hiciera famosa por un audio que circuló en Whatsapp, en el que se queja con la empresa Tigo, porque el servicio de internet no la deja TRA-BA-JAR, sin embargo, no es hasta ahora que lo da a conocer en televisión.

Quisimos conocer qué opinaba Cartín, de 72 años, sobre la imitación que Murillo hace de ella pero no fue posible, pues según dijo, muy a su estilo, su abogado le recomendó no dar más declaraciones de la prensa.

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Sin embargo, el joven imitador, vecino de Barva de Heredia, aclaró que el personaje no lo creo con el afán de ofender sino porque le pareció vacilón su tono de voz y forma de ser y que en todo caso, doña Genia es una inspectora de trabajo que solo busca que todo funcione a su manera dentro del redondel.

–¿Cómo surgió la idea de crear a doña Genia?

–Desde el día que salió la llamada de la señora (en abril 2017) empecé a practicar la voz y me hice un video imitándola, pero al principio sonaba puro Cristhian Lagos (jugador del Santos de Guápiles) pero nunca lo había hecho personificado. Lo había hecho para Facebook en video, pero nada más se me veían los ojos.

Fue hasta que Frederick Fallas (productor de los toros de canal 6) me pidió una propuesta de mis personajes para las 10 corridas de los toros que decidí presentarle a doña Genia entre el paquete.

–¿Y quién es doña Genia?

–Ella es una inspectora de trabajo y anda inspeccionando desde los juegos mecánicos, los caballos, la ganadería, el público, todo. Ella lo que anda viendo es que todo esté en orden pero, según como ella piensa que tiene que estar, y como señora mandona que es, se inventa sus propias reglas.

–¿Cómo hizo para personificarla?

– Los zapatos es lo único que me prestaron, porque son de una señora amiga de la familia. La ropa la conseguí en una tienda americana y alguna se la quité a mi mamá. Mi mamá (Yorleny Vindas) se compró una enagua ahora para diciembre y cuando la vi le dije: "mami, esa enagua está apenas para doña Genia" y se la quité, no la pudo ni estrenar.

Tuve que comprarme pantis, ando hasta brassier, pulseras y anillos, porque la idea es que se vea que es una señora. Mi maquillista María Fernanda Montenegro me ayuda a verme más parecido.

Lo que trato es que la parte de arriba, que es lo que más se ve en televisión, se vea que ando un abrigo de señora, que se ve más elegante, porque ella es una inspectora.

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–¿Qué tal ha sentido la reacción de la gente cuando lo ven vestido así?

–La gente me pide fotos, se ponen a decirme cosas por vacilar obviamente, para que uno le responda como el personaje. Por ejemplo, uno pasa y grita: "una foto, ¿o es pecado tomarse una foto con usted?" y uno les sigue la corriente.

–¿Llegó a dudar de hacer este personaje en tele por aquello que doña Eugenia Cartín quisiera demandarlo por imitarla?

– No me dio miedo, porque ella es figura pública y aparte de que yo la respeto mucho. Mi personaje no lo hice con el fin de ofenderla y la respeto como mujer y persona mayor que es. Además, el personaje se llama doña Genia, no es que es ella, porque hasta la profesión es diferente.

–¿Le gustaría conversar con ella y saber qué opina de su imitación?

–Sí, me gustaría, aunque sea tomarme una foto vestido de Genia con ella, igual me gustaría decirle a la gente que vean lo de su llamada con humor, no por ofenderla o criticarla, porque todos tenemos un mal momento o un momento de cólera. Y mi personaje igual, lo hacemos con humor no por faltarle el respeto a ella.

–¿Cómo se ha sentido en estas primeras transmisiones, siendo su primera vez trabajando en tele?

– Yo decía que estaba tranquilo, pero el primer día me faltaba la respiración cuando íbamos en el carro para Zapote. El día anterior se me bajó el azúcar, porque me puse a pensar que por lo menos un millón de personas me iban a ver y no sabía si les iba a gustar mi trabajo. Al final no me dieron ni tiempo de sentirme nervioso, porque apenas me maquillaron y me cambié llegaron a decirme que ya iba a salir al aire con Ítalo Marenco, entonces, ni tiempo me dio de sentirme nervioso, pero ahí le he ido agarrando el toque.