Después de 11 años alegrando las mañanas de los ticos a través de Giros, el presentador Ítalo Marenco cerró una etapa muy importante en su carrera, pero cómo olvidar las muchas anécdotas y pachos en vivió, que se hicieron virales y que dieron mucho de qué hablar en su paso por Repretel.
Cómo olvidar cuando en agosto de 2024 terminó despedazando un carro que llevaron al programa para promocionar un sitio donde la familia podía ir a pasear.
Ese día llevaron un enorme dinosaurio, así como un pequeño carros y a Ítalo le dio por conducirlo y darse una vuelta por el jardín del canal junto con su compañero Rafa Pérez, pero por andar de “atarantado”, como él mismo dijo, lo terminó chocando contra un estructura del edificio de Repretel.
O cuando le dio por jugar de sayayín e intentó quebrar una pieza de madera con su cabeza o la vez que lo mordió un perro mientras estaba en plena entrevista.
También una vez le dio por subirse a una microbús en plena transmisión sobre la General Cañas, dejando a sus compañeros de producción asustados porque el carro arrancó y ya no lo podían enfocar más.
Otro pacho que también fue bastante épico fue cuando una gente experta sobre el festival más grande de la India, llamado Dilawi, llevabaron unos artículos de pólvora que llamaron la atención del presentador y desató el susto entre la producción y los colaboradores del canal.
Marenco agarró unas bengalas de colores, pero no se percató de que estaba dentro del set y no en un lugar abierto, por lo que el olor se empezó a esparcir por todo el canal y medio mundo se empezó a alarmar creyendo que era un incendio.
Y la que quedará para la historia de la televisión nacional, es cuando en pandemia le preguntó a un joven por su mamá, creyendo que era hijo de ella, y resultó ser que era la esposa.
Dicha “pelada” ocurrió en agosto de 2021 cuando la pareja hacía fila afuera de Repretel para vacunarse contra el covid-19.
Otro pacho que le pasó, pero esta vez en la transmisión de Toros del 6 fue el año pasado cuando por intentar saltarse una vaquilla terminó con un morentón en su espalda, del costalazo que se llevó en medio redondel.
Sin duda alguna Ítalo era el alma de Giros, a pesar de cada torta que se jalaba, que al fin y al cabo hacían reír a los televidentes, quienes le tiene gran cariño.