Ítalo Marenco realmente tiene un gran corazón y no es nada egoísta.
El presentador de televisión tiene muchos seguidores en las redes sociales y está usando esa popularidad para ayudar a su gran amiga “Trafiquina”.
Lo que está haciendo el conductor de Giros es ayudar a que doña Janneth Pérez Espinoza se convierta en influencer, para que ella pueda ganarse unos coloncitos más.
Esta nicaragüense, de 50 años, todos los días cuida carros en las inmediaciones del residencial El Bosque, en San Francisco de Dos Ríos, para ayudarse a pagar su cuartito.
El gran sueño de Ítalo es poderle conseguir una casa propia para que ella pueda vivir mejor. Eso es parte de lo que nos contó el esposo de la también presentadora Cindy Villalta.
- ¿Cómo es eso que está convirtiendo a “Trafiquina” en influencer?
Es tan duro que ella consiga 80 mil colones mensuales solo para pagar su ranchito, entonces yo me dije: ‘No, la Trafiquina tiene que hacer otra cosa para que le entre más platica’, y un día me entró una llamada y fue como que Dios me lo puso. Era un muchacho de Súper Baterías y me dijo que ellos tienen un negocio al frente de donde ella se para a cuidar carros y que también querían ayudarla.
Se lo juro que yo me sentí como si me hubiera pegado la lotería.
- ¿Ella está usando sus redes sociales?
Sí, lo que yo estoy haciendo es que si alguna compañía quiere trabajar con la Trafiquina, que ellos negocien con ella. Ella se gana la platica, y yo le doy mi herramienta que son mis redes sociales.
- ¿Por qué es que la ayuda tanto?
Mi sueño es conseguirle una casita. Yo no sé cómo, pero es algo que Dios puso en mi corazón. Yo ni siquiera tengo la mía, porque la mía es del banco, pero yo me propuse conseguirle aunque sea un apartamentico en algún lado o un bono de vivienda, no sé. Yo necesito que Trafiquina tenga su casita propia porque salir día a día a pedir moneditas para pagar su ranchito, a la edad que tiene ella, es muy duro. Ella necesita pagar otras cosas y estamos viendo de qué manera podemos ayudarle.
- ¿Pero ya la había ayudado a cambiarse de casa?
La cambiamos de casa (alquila un cuartito), le compramos una camita nueva y ahorita sus nieticos que viven en Nicaragua no tenían los útiles para entrar a clases y ya se los logramos conseguir con ayuda de amigos, ahí vamos poco a poco consiguiéndole cositas que necesita. Esa mujer se merece eso y muchísimo más. Más bien siento que uno lo da poco en comparación con todo el amor que me da.
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- ¿Por qué le gusta publicar cada ayuda que le da?
Hay mucha gente que se enoja porque uno muestra los actos de cariño hacia ella, pero de eso se trata, de demostrar que las redes sociales también son para hacer cosas buenas, y para que la gente se antoje también de ayudar. Así un día le llegó un diario, otro día le llevaron una lavadora y ahí va poco a poco haciéndose de sus cositas.
Para mí las redes sociales no son solo para hablar mal de la gente sino también para hacer actos de fe.
- ¿Esa amistad ha llenado mucho su vida?
Sí, ella ha llenado mucho mi vida y me dio una gran lección. Cuando murió mi mamá, mis mejores amigos no estuvieron tan cerca mío, por una u otra razón, y a mí nunca me faltó un mensaje de la Trafiquina todos los días. Me ponía: ‘Ítalo, estoy orando por usted’, ‘Ítalo, mucha fuerza’, ‘Ítalo, ¿cómo sigue su mamita?’. Eso al final me terminó de demostrar que la amistad no conoce de clases sociales, en la verdadera amistad no importa si usted es de Nicaragua o de Costa Rica, la amistad es amistad y punto.
Desde ahí le agarré un cariño muy especial y por eso me prometí conseguirle un apartamento o algo más decente para ayudarle un poquito más.
- Hace poco le regaló un reloj que era de su mamá, ¿por qué?
Sí, le di un pedazo de mi corazón. Yo me llevé muy poquitas cosas de mi mamá cuando murió y entre esas cosas estaba un reloj que yo le había regalado hace dos años, ella lo había escogido, y yo se lo quise regalar a la Trafiquina porque es mi amiga y sé que ella lo va a cuidar muy bien.
- ¿Qué dice Cindy (esposa) de esa gran amistad que tiene con ella?
Cindy también está como loca, viendo a ver cómo le ayuda. Ella es como esa cómplice mía para poder ayudarla más.
- ¿Esa amistad ha trascendido más allá de esa esquina?
Sí, he ido dos veces a la casa de ella. Una vez cuando la trataban mal en el ranchito donde vivía antes, allí la agredían. Entonces fui a hablar con los vecinos a ver qué era lo que pasaba y ese día me la llevé y le conseguimos un cuartito mucho mejor, donde ya está más feliz y más tranquila.
- ¿Cuando dice ranchito a qué se refiere?
Ella vive en un cuarto muy humilde de unos cuatro metros cuadrados, donde solo tiene su cama, el baño y una cocinita. Pero eso sí, bien aseadito, bien pintado, así como es ella de detallista.
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