Hace nueve años, una joven herediana sin experiencia en radio ni en medios se sentó, por primera vez, frente a un micrófono sin saber que ese momento marcaría el inicio de una de las etapas más bonitas y, a su vez, desafiantes de su vida.
Así es como Katherinne González recuerda su llegada a Pelando el Ojo, el programa radial que la catapultó como una de las imitadoras más queridas del país y en el que ha hecho de todo: desde imitar a políticos y cantantes hasta inventarse personajes propios, como “Doña Maruja” y “Candy Porras”, que hoy son parte de los consentidos de los oyentes.
“Ese primer día fue una mezcla de nervios, miedo y emoción. Yo no sabía nada de comunicación, ni cómo hablar en un micrófono, ni cómo funcionaban los tiempos al aire. Además, ese día había medios y un montón de presión porque la gente quería saber quién era la nueva y qué iba a aportar”, recordó entre risas.
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Katherinne se integró al equipo de imitadores de Norval Calvo el 12 de julio de 2016 y terminó encontrando una segunda familia. Y literal que sí, porque el próximo año se casará con su compañero de programa y también imitador Edson Picado.
Hace unos meses atravesó uno de los golpes más difíciles de su vida, con la muerte de su papá Luis Enrique González Villalobos (el 30 de abril), y según contó, en ese momento se terminó de convencer de que más que compañeros de trabajo son sus amigos.
De hecho, confesó que Norval se comportó más como un amigo que como un jefe al saber de su situación familiar en ese entonces.
“Gracias a Dios, Norval fue demasiado bueno conmigo, yo falté un mes entero al programa. No me acuerdo ni cuándo fue que entré, pero sí, yo le dije a Norval que ya mi papá estaba en su etapa final y me dio todo el apoyo. Mi papá no nos quiso decir como tal lo que estaba pasando, sino que nos lo dijo un doctor ya cuando mi papá se puso mal y eso fue un golpe muy fuerte, una desesperación, una cosa, que yo no podía ir al programa así”, contó.
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Su válvula de escape
La humorista afirma que la muerte de su papá es algo que no superará nunca, pero que el retornar al programa de humor ha sido como su válvula de escape en este proceso de dolor.
“El duelo es todo un proceso, pero siento que ir al programa ha sido como esa válvula de escape, como ese momento en el que a mí se me olvidó un toquecito, por lo menos la situación que estoy pasando. Me río un montón, vacilo con mis compañeros y, como que el dolor se queda en pausa un ratito y ya, obviamente, después de ahí uno va ahí, ¿verdad? Hay días buenos, hay días que no son tan buenos y cuando amanezco mal, prefiero decírselo a Norval para quedarme en la casa", comentó.
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Katherinne confesó que nunca había experimentado un dolor tan fuerte en su corazón y que, aunque ella, su hermana y su mamá sabían que su papá estaba enfermo, no se esperaban que fuera a agravarse tan rápido.
“Ya se me había muerto un amigo, pero el dolor del papá no lo puedo explicar, es una cosa, una ansiedad, un miedo, unas ganas de llorar todo el tiempo; es recordar y recordar, la mente no para. Y también el tema del sueño, no poder dormir, todo eso, pero siento que, como le estaba diciendo, el programa ha sido como esa ayuda en todo este proceso”, dijo.
Nuevos personajes
Katherinne recordó que su llegada a Pelando el ojo se dio gracias a un video casero que hizo hasta con una cámara prestada, cuando estaba en la universidad, sin saber que en cuestión de horas se volvería viral y llegaría a los ojos Norval Calvo.
“Yo solo quería dejar grabado lo que me gustaba hacer. No esperaba que tanta gente lo compartiera. Creo que llamó la atención porque no se veían muchas mujeres imitadoras en ese momento”, explicó.
Según recordó, los primeros días llegó con imitaciones que ya tenía preparadas de artistas u otras voces que ya se hacían, pero después el director del programa le cambió el guion.
“Me dijo que ya hacían a Laura Chinchilla y a Pilar Cisneros, que tenía que hacer personajes nuevos. ¡Y me tiraron al agua así, sin salvavidas! Yo ahí improvisé una güilona, una cubana deportiva y hasta una señora que se terminó llamando Maruja”, mencionó.
Que dicho sea de paso, el personaje de Marujita está inspirado en su mamá, quien se crio en Poás de Alajuela, y cuando habla, enreda las palabras.
Katherinne contó que ya está trabajando en nuevos personajes y que está esperando las próximas elecciones para ver a cuál diputada o ministras empieza a imitar.
“Algún día me encantaría también poder tomar la decisión y hacer también un proyecto sola. Creo que tengo la capacidad para liderar también un equipo de personas y todo, pensándolo a largo plazo, porque yo sé que ahorita Pelando el Ojo está en un supermomento y me imagino que todavía me quedan muchos años todavía para disfrutar de este programa que tanto me encanta”, dijo.