El locutor y animador Frank Castillo ya es papá de nuevo, pero el nacimiento de su segunda hija fue toda una odisea y terminó en una cesárea de emergencia.
Su pequeña Emilia nació dos semanas antes de lo previsto y afortunadamente tanto ella como su mamita están muy bien.
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Frank contó que su bebé nació el 15 de agosto, aunque en los cálculos del doctor se suponía que el parto sería el 2 de setiembre.
“Este Día de la Madre tenía un tinte diferente, porque era el primer Día de la Madre de Majo (María José, su pareja) y yo quería que ella lo pasara como una reina. Le hice desayunito, le hice alitas, que estaba antojada, todo transcurrió con mucha normalidad hasta que fueron más o menos las 4:30 p.m.. Yo estaba haciendo no sé qué y Majo me llamó al cuarto, en un tono un tanto raro, diferente, y me llamó para decirme que en todo el día no había sentido a Emilia”, empezó contando.
El influencer añadió que tanto él como su pareja sabían que eso era algo normal en los embarazos; sin embargo, ella tenía un presentimiento y se le metió que quería escuchar los latidos de su hija para saber que todo estaba bien.
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Para tratar de tranquilizarla se fueron a la clínica Marcial Fallas, de Desamparados, donde le hicieron un monitoreo, pero el corazoncito de su bebé no se escuchó tan rápido.
“Le pasaban el aparato a Majo por la panza y nada, esos momentos yo me quedé frío y de un pronto a otro, se escucharon latidos, en ese momento nos volvió el alma al cuerpo”, expresó.
Mientras estaban en la clínica igual mantenían comunicación con el ginecólogo privado que vio todo su embarazo, quien les indicó que la corazonada de su pareja no era normal y prefería examinarla también.
“Una corazonada le hizo indicar al doctor que algo estaba pasando. Nos pidió que de emergencia nos fuéramos a hacer un monitoreo fetal y no sé en qué momento ya estábamos en el Cima y Majo con dos fajas, una para medir la frecuencia cardiaca de bebé y la otra para medir las contracciones. La frecuencia cardiaca de bebé debe de ser oscilante y la de Emilia estaba estática”, narró.
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Al final, apareció el doctor y les dio la noticia de que la cesárea debían adelantarla y que su hija nacería en los próximos 40 minutos.
“No estábamos emocional o sicológicamente preparados o listos, pero la que sí estaba preparada para nacer era Emilia”, dijo.
Al final, su pequeña nació a las 8:20 p.m. y descubrieron que tenía dos vueltas del cordón ombilical en el cuello y que por eso no se movía como antes.
“Los doctores nos dijeron que si no la hubiéramos sacado ese día, en ese momento, ni digo qué hubiera pasado”, recordó aún asustado.