La periodista Maricruz Leiva se armó de valor y venció el miedo que la venía atormentando desde hace cinco años.
La también presentadora de televisión ya pudo tomar el volante de su carro y manejar aunque sea unos minutos, luego del trauma que le quedó a raíz del accidente de tránsito que tuvo para la Semana Santa del 2015 y en el que falleció una amiga de su hija, de 17 años.
Leiva tomó el volante el miércoles de la semana pasada, respiró profundo y le dio vuelta a una rotonda que hay por su casa, en Santa Ana.
Según narró, hasta su hijo Eric Vilchez se pegó un gran susto al verla montada en el carro, lista para arrancarlo.
“El primer día lo saqué y fui a andarlo por la rotonda de mi casa, le di la vuelta y superbién, gracias a Dios. Pero nada más. Después al siguiente día bajé la cuesta para dejar a mi hijo al Fresh Market y me devolví solita y superbién. El viernes fui ida y vuelta solita a Multiplaza y manejé de lo más bien”, relató la macha.
Mari dijo sentirse muy feliz de haber tomado la decisión de vencer ese miedo, porque no ha sentido ningún síntoma que la haga llenarse de temores de nuevo.
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“Me siento muy cómoda, no me ha dado ni aprensión, ni miedo, ni nervios, voy tranquila”, mencionó.
Eso sí, contó que no deja que la aguja del velocímetro se pase de 60 km/h y que trata de tomarse su tiempo y conducir despacio.
Los que más aplauden su valentía son sus hijos Marie Clare y Eric, así como su esposo Fernando Vílchez, quien además le recordó que puede tomar su carro nuevo cuando quiera.
“Ellos están muy contentos porque lo hice sin miedo, porque saben que es algo bueno para mí”.