El médico Guillermo Bonilla tuvo la oportunidad de llevarse siete millones y medio de colones de la silla caliente de ¿Quién quiere ser millonario? este martes, sin embargo, se tiró al agua y perdió.

Él superó la pregunta número 12, ya había gastado todos sus comodines, confió en su instinto y se mandó a contestar la 13, que fue la que lo mandó directo a la casa.

Ese riesgo que corrió le costó nada más y nada menos que tres millones y medio de colones, aún así, él asegura que se siente ganador, no solo por la experiencia que vivió, sino también porque nadie le regala ese monto en ningún lado.

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La participación del doctor, quien trabaja en la UCR, fue muy buena, demostró que se las sabe todas y que fue un buen estudiante, porque sabía de todo.

“Era lo que Dios tenía previsto para mí y por lo menos saber que por conocimiento llegué lejos, es lo que me satisface bastante. Sí, me pudo ir mejor, pero si Él no lo quiso así, está bien para mí, yo siento que no perdí nada, más bien gané, para ganar un premio habría tenido que trabajar mucho, sería imposible quejarme de ese regalo”, afirmó al finalizar su participación.

La pregunta que lo fauleó fue: “En la antigua Grecia, los banqueros recibían el nombre de...” La opción correcta era Trapezitas y él contestó Argentarios.

Aunque se le vio muy seguro con su conocimiento, el médico señaló que sí se sintió muy nervioso, pues no es lo mismo verlo desde el sillón de la choza a estar frente a las cámaras.

Bonilla dijo que de momento guardará la platita.

Le pasó parecido

El otro participante de la noche fue Jonathan Morera, quien tuvo una participación destacada.

Llegó a la pregunta 10 y como no tenía más comodines, decidió retirarse con dos millones de colones.

Una sabia decisión que lo dejó más que contento y con buena platita para afrontar los gastos de fin de año.

Este fue el penúltimo programa del año. La próxima semana el espacio de trivias se despedirá, al menos por este 2022, de la pantalla de Teletica. Aún no han anunciado si volverá el otro año.